KarimEl sexo nunca fue una prioridad en mi vida, menos cuando vivía en un constante rechazo por parte de Agatha. Ella, al igual que yo, nos quitábamos de encima una necesidad que posee todo ser humano, pero todo siempre fue tan básico y aburrido. Jamás hubo fuego, ni chispas, ni siquiera hubo posiciones complicadas para más placer. Simplemente éramos dos cuerpos tendidos en una cama, pocos besos y una liberación que se sentía muy vacía.Con Noa todo es diferente. Desde el más simple roce de labios hasta una sola mirada cargada de intensidad mi piel arde de deseos y no dejo de imaginar su hermosa desnudez entre mis manos y mi boca. Sentir su piel contra la mía se ha vuelto uno de mis grandes sueños y una necesidad que, poco a poco, me ha venido consumiendo. Su mirada, su cuerpo, sus besos, sus suaves y pequeñas manos, todo de ella me tiene enloquecido y en las nubes. La deseo con una fuerza que me sorprende y me hace desconocerme a mí mismo.No ayuda para nada lo que sucedió hace una s
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