A la mañana siguiente, Sophia se despertó sumamente temprano, con los primeros rayos de sol colándose por la ventana de la habitación.El encuentro de la noche anterior todavía era un peso en su mente y su corazón latía con fuerza al recordar la confrontación con Lucas y su tía. A su lado, Noah dormía apaciblemente, ajeno a la tormenta que se desataba en el interior de Sophia. Con cuidado, se levantó de la cama y se encaminó hacia la cocina, con la intención de preparar el desayuno, en un intento de encontrar un poco de normalidad en medio del caos de su vida.Mientras batía los huevos y el beicon se asaba en el sartén, su mente no dejaba de divagar sobre la amenaza que había recibido. Era más que consciente de que no podía subestimarlos, por lo que, si quería proteger a Liam, a Noah, a sí misma y a la fundación. Se sentía sumida en una encrucijada: por un lado, debía adaptarse a su nueva vida con Noah y Liam, a la vez que se enfrentaba al miedo constante de las amenazas que, como una
Leer más