Mi corazón se quería salir del cuerpo, los oídos se me taparon, y el pulso se disparó, el pecho subía y bajaba. —Rocío la amarró a un árbol ayer y esta mañana le dio diez latigazos causando marcas severas en su espalda, eso ocasionó el desgarre de su piel, le cogí muchos puntos y ahora se le ha dado antibiótico para que no se le infecte.Los oídos seguían pitándome, el doctor se levantó por un vaso con agua, no, no, no. Todo eso era mi culpa.—Yo fui quien falló doctor, no ella.Se me quebró la voz, respiré, no iba a llorar frente a él, quebré ante mi familia cuando Julián me desarmó esa noche.» Ella no tenía por qué pagar mis errores.—Maju diría, Dios sabe por qué hace sus cosas. —El doctor sonrió—. Sin embargo, en este momento está en una gran confusión. Yo no creía en Dios y su esposa me hizo comprender su existencia. Su problema es porque siente que Él la abandonó.—¿Puedo verla? —afirmó.—Quiero ver cómo reacciona al verlo. Hasta ahora se ha mantenido callada, demasiado trist
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