Parte 2. Capítulo 6. Entre cielo y tierra no hay nada oculto.
―¡Fred! Qué alegría verte. ¿Sigues trabajando aquí? ―le preguntó Marga al antiguo gerente de la posada que funcionó en la casa Fulton.―Sí, Marga, el señor Barton me ofreció trabajo en algunos de sus hoteles en la ciudad, o quedarme aquí como el mayordomo y por supuesto preferí quedarme con Meredith y con ustedes. ―Me alegro mucho, Fred, te extrañé la vez pasada cuando te fuiste.―Yo también las extrañé, y en realidad no quería irme, pero la oferta era tan buena que no podía rechazarla, hasta Meredith me aconsejó tomarla, pero como dicen, era demasiado bueno para ser verdad. Los Thomas me engañaron para poder timarlas, pero recibieron su castigo por lo que hicieron. Lo último que supe de ellos era que estaban en la ruina.―¿Sabes si siguen en la ciudad? Lo menos que quiero es toparme con ellos.―Al señor y la señora Thomas, les quedó uno solo de sus hoteles, el que estaba en Portland, así que se fueron a atenderlos personalmente, pero Roy se quedó compró una pequeña posada frente al
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