Amor, un sentimiento profundo, el origen de todos los demás que existen, aquella emoción primigenia que era tan capaz de desatar tormentas como el mismo paraíso. Amor, aquello a lo que todos aspiran alcanzar algún día y que todos sentimos en algún momento dado de nuestras vidas. Amor era lo que Bastián Myers estaba sintiendo en aquellos momentos dentro de la intimidad de su oficina. Había llegado al aeropuerto, y, como era de esperarse, estando alcoholizado no le habían permitido tomar ningún vuelo. Ahora mismo y con su mente bien enfocada, estaba preparando todos sus casos para que fuesen tomados por sus colegas, ya que el había tomado la desición de viajar a Londres, anunciando su definitiva renuncia al despacho de su padre. Todos se habían sorprendido de aquella insensata desición, pero, después de todo, así era el amor. Increíblemente poderoso, pero para nada sensato. Aquella mujer, aquellos besos, aquellas caricias…Adalet Williams era una mujer hermosa, una que ya y sin remedi
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