Acelero mi auto, sin importarme las consecuencias, me robo las luces de los semáforos, estoy desesperado necesito llegar a la casa de Solange, antes de llegar la vuelvo a llamar, nada sólo me responde la bendita computadora. Llamo y llamo una y otra vez. —Responde mi amor, responde, necesito hablar contigo. Pero nada, silencio total, está clarísimo que Solange no quiere hablar conmigo. Está relampagueando, quiere llover, ya empezaron a caer las primeras gotas, limpio el vidrio de mi auto y sigo mi carrera. Cuando llego al conjunto residencial, no tengo problemas para entrar, ya el vigilante me ha visto en varias ocasiones, abre el portón y entro. Llego al frente de su casa, allí está su auto eso significa que ella está allí, voy y toco la puerta, pero nada no me abren, decido llamarla, pero tampoco me contesta. Como último recurso le envío un mensaje. " Amor estoy frente a tu casa, por favor abreme" Allí espero y nada, al rato me envía
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