CAPÍTULO 21. ME ROBARÉ TU CORAZÓN
—No puedo creer que me hables así, por una arribista. Nos conocemos desde hace tantos años, desde que éramos niños. Eres injusto. Solo trato de protegerte —chilló—. Somos amigos de toda la vida. ¿Por qué me tratas así? —reclamó—. No es mi culpa que busques mujeres que no están a tu altura, y yo solo deseo evitarte un fuerte golpe, ¿por qué lo tomas a mal? ¿por qué estás tan molesto’Arrugó el ceño al mirarla.—Eres tú la que está abusando de eso —reclamó—, yo no necesito que nadie me proteja, soy un hombre de treinta y un años, no un niño. —La fulminó con la mirada—, no quiero que te vuelvas a entrometerte y le metas ideas erróneas a Isabella, no puedo creer que la compararas con Iris, ¿que clase broma pesada es esa? —reprochó.Maritza inhaló profundo, lo conocía bien, sabía que Guillermo era de las personas que no se dejaban y tomaba acción, no se quedaba de brazos cruzados.—Tienes razón. —Arrastró con fuerza su blanca dentadura—. Me extralimite, lo reconozco —manifestó—, lo…, sien
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