El funeral fue muy corto y con poca gente, la madre de Guillermo lloraba junto a un chico que la abrazaba. Linda se acercó para darle el pésame, Rosalía las miraba desde lejos. Pablo notó el rostro de Rosalía. “¿No vas a ir a dar el pésame?”. Rosalía asintió y caminó hacia la mujer, escuchó como le decía a Linda sobre Guillermo, se detuvo en seco. “Se que mi hijo no estaba metido en problemas, sé que era un buen chico, no sé porqué dicen todo eso de él, algo está mal en todo esto”. Linda solo miro a la mujer mayor, sabían que ella escaparía con Guillermo ese día, era hasta ahora la principal sospechosa, pero tenía una coartada, solo estaba por confirmarse las cámaras de seguridad de una tienda donde ella esperaba a Guillermo en una parada de autobuses, a donde él nunca llegó, al final ella regreso a casa. Una semana después, la policía les informó que el crimen fue por drogas, había suficientes pruebas para pensar que estaba escapando de una deuda, los envoltorios que encontraro
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