Rosa intervino a tiempo.—¿Llamar a la policía?— preguntó.—Viejo desgraciado, ¡no tengas la cara dura de hablar!— advirtió Julián fríamente. —Les advierto, si la gente de la familia Vargas tiene sentido común, se mantendrán callados y en su lugar, de lo contrario no se quejen si no soy amable con ustedes.Esta vez, Julián estaba confiado, incluso con el Grupo Dragón de Guerra, no le preocupaba, ¿cómo iba a temer a que Rosa llamara a la policía?—Tú...— el enojo de Rosa casi le hace torcer la nariz. Sabía que la familia Molina tenía un gran poder y una gran influencia en esta área. Mientras Julián no hiciera algo como cometer asesinato o incendio, incluso si Rosa llamaba a la policía, no serviría de mucho.—Christian, Lucía, Julián tiene como objetivo a ustedes dos, ¡váyanse rápido!— dijo Rosa en voz baja. —Mientras ustedes dos se vayan a salvo, Julián seguramente no hará nada a nuestra gente de la familia Vargas.—Sí, mi padre tiene razón—dijo Julia. —Lucía, tú y Christian vayan prime
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