—Sin embargo, ya tenemos compromisos previos con otras personas y es probable que no podamos aceptar tu invitación. Espero que puedas entenderlo—dijo Christian con una sonrisa de disculpa.

—Sí, ya hemos quedado con otras personas...— asintió Lucía.

Ella había acordado ayer por la noche con Julia reunirse esta tarde para discutir sobre la colaboración en relación a la píldora rejuvenecedora y cosas por el estilo. Seguramente no podía faltar a esa cita.

—Bueno...— el señor Ramos frunció el ceño, algo perplejo.

—Abuelo, si Christian y Lucía tienen compromisos por la tarde, quizás podríamos cambiar el almuerzo por una cena—sugirió Gonzalo.

—Sí, ¡podríamos hacer una cena!—

—Christian, Lucía, ¿tienen tiempo por la noche?—preguntó el el señor Ramos.

—No creo que tengamos problemas por la noche—respondió Christian.

—Bien, entonces acordemos hacer la cena. Espero que ambos puedan asistir—dijo el señor Ramos sonriendo.

—Está bien, seguiremos su consejo—asintió Christian, sin rechazar la amable o