Sibel abrió los ojos en medio de la oscuridad. Su cabeza estaba encima del pecho de Iván, mientras su brazo, le rodeaba todo el torso. Él, por su parte, tenía su brazo encima de ella, y cuando levantó la cabeza para mirar su rostro, lo encontró completamente dormido. Ella movió un poco sus piernas, que estaban entrelazadas con las de él, y sintió una puntada agónica en su vientre cuando cerró los ojos. Estaba segura de que nunca iba a poder superar esta experiencia, no solo por su vida emocional destruida, la de su familia, y la de ciertas verdades que solo le enfermaban la mente, sino de esta realidad con Iván, de la que ella jamás iba a escapar, por muy lejos de él que estuviera. Ella lo apretó contra sí, y dio un beso corto en su pecho bronceado y lleno de tatuajes. Acarició su estómago, y luego pegó la nariz a su piel. Aspiró su olor con fuerza, y luego cerró los ojos, porque, aunque Iván sentía un fuerte recelo, y obsesión por ella, iba a usar todo lo que pudiera, para salir
Leer más