Capítulo cincuenta y uno. Lazos
Hasan había llegado a Nueva York y ni siquiera se molestó en tomarse un descanso, técnicamente corrió a la ensambladora, como si llevara prisa, lo que jamás imaginó era encontrarse con aquella hermosa mujer con cabellos dorados como el oro.—Hasan.El cuerpo del Emir se tensó al escuchar el susurro que ella dejó escapar y fue como si el tiempo se detuviera para los dos. Sus miradas se encontraron, sus corazones saltaron a la vida y no hubo nada más interesante en el mundo que verse.La garganta de Sienna se secó, habría dado lo que fuera por correr a los brazos de Hasan, pero sabía, que podía estar equivocándose, pero lo deseaba. Anhelaba tanto que la tomara entre sus brazos, que la besara…«“No puede volver, señora Sienna, las cosas de este lado son muy complicadas. No sé ni siquiera por dónde empezar.”Sienna había hecho una pausa en la lectura, su corazón martillaba dentro de su pecho con fuerza y con miedo. Dos sentimientos letales, aun así, se obligó a seguir.“Hemos encont
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