Después de tomarse un selfie con Oba, antes de que el resto de los empleados y los clientes empezaran a llegar, Patrick se despidió de mí y me dijo que lo llamase para cualquier cosa. La verdad no tuve necesidad de hacerlo, en el trabajo todo transcurrió muy normal. Casi parecía que el mundo no había descubierto que ahora era la mejor amiga de Patrick Connelly, excepto por Oba que de vez en cuando intentaba sacar algo de información extra respecto a nosotros.—Oba, no es tu problema— Le dije más de tres veces a lo largo de la noche, a la tercera vez que se lo dije, perdí la cuenta de cuantas veces más hizo el intento de saber cómo, cuándo y dónde conocí a Patrick.En la mañana, cuando el sol ha salido, me pongo en marcha para dejar el bar. Antes de tomar el autobús, me compro un café grande, un espreso, cuando me subo en el autobús qué me lleva a casa, me acomodo en el último puesto y me permito descansar los párpados un par de minutos. Cuando estoy llegando puedo ver el alboroto de l
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