Cuando Mía abre los ojos, le duele todo, pero aun así sonríe. La mano grande de Nathan reposa en su vientre, pegándola a su cuerpo desnudo, no puede evitar sonrojarse un poco al sentirlo así. Deja salir un suspiro y se mueve un poco para ir al baño, mientras se lava las manos, se mira al espejo y se observa con detalle, se siente diferente, como si una nueva versión de ella hubiese salido, pero lo que más la sorprende, es que, aunque ella se ve fea, gorda y sin gracia, Nathan le hizo el amor como si fuera la mujer más hermosa del planeta. Se observa las marcas en los brazos y piernas, espera que Nathan no las viera, aunque la habitación estaba muy poco iluminada y él estaba más pendiente de otras partes de su cuerpo, pudo haberlas notado en algún momento. Sale del baño directo a buscar algo con qué cubrirse, está en silencio, buscando algo en la maleta y un par de brazos la rodean, siente esa calidez que emana el cuerpo de su esposo, aquella dureza en un poco más arriba de sus nalg
Leer más