En cuanto se quedó sola, tomo su teléfono para mandarle un mensaje a su padre donde le decía que estaba bien, solo necesitaba descansar, después ella le regresaría la llamada, sabía que no se quedaría conforme, pero si lograría que no le volviera a marcar toda la noche. Recogió las fotografías y las miró una a una, tenía razón, su rostro estaba sobre puesto en cada una, lo que se notaba de su cuerpo no lo era, no tenía un tatuaje en él brazo, ni en el dorso de la mano; comenzó a llorar y a reír, había sido una verdadera tonta. Cómo fue que no lo notó después de leer la carta que le dejó Leonardo, si las miró toda la noche, parecía que el dolor la cegó por completo, y se convenció cuando quiso llamarlo y él nunca contestó, ni un mensaje, ni correo, nada y entendió que ya no debía seguir humillándose en rogarle a un hombre que ya le había dejado claro que no la amaba.Semanas después apareció Steven en su vida, fue en la fiesta de cumpleaños de su padre, su madre había organizado todo
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