—Y-yo...—Emily se quedó en silencio, recriminándose a sí misma interiormente que se había confiado demasiado cuando se suponía que la gente conocía a Mila por ser, técnicamente, una desgraciada bruja, pero no estaba en su naturaleza ser así, a pesar de que hasta el momento, nadie le había cuestionado específicamente el cambio de actitud, era cuestión de tiempo para que alguien se diera cuenta de que Mila había cambiado tanto como para ser otra persona, literalmente.—¿Y bien?—insistió Gina mientras veía el rostro del pequeño en sus brazos, reía, pero su risa le recordaba mucho a la de su padre y por un momento sintió rencor hacia el niño, porque su madre había asesinado a la suya y deseaba pagarle con la misma moneda, pero ¿De qué servía si Mila estaba muerta?—Ella era mi hermana gemela—admitió Emily con cierto aire de vergüenza porque sabía todas esas cosas malas que Mila había hecho en contra de muchas personas, por esa razón no le tenía ningún rencor a Gina por la bofetada. —¿Y co
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