—Dorothy—dijo el señor Lennox dirigiéndose a ella, no solo para llamar su atención, sino para que Emily estuviera al tanto de su nombre— mi esposa tiene algo que mostrarme. ¿Puedes abrir su oficina? Dorothy, quien se desempeñaba como la asistente personal de la señora Mila Lennox, giro a ver a Emily, esperando la respuesta habitual de su señora, puesto que Mila, por nada del mundo habría permitido que John entrara a ese lugar. Emily, quien desconocía esta situación, se percató de que la mujer esperaba su respuesta y, ya que esta oficina le pertenecía a Mila, no vio inconveniente en que el señor Lennox entrara en ella. —Por favor, haz lo que dice— expreso Emily cometiendo un error en esa solicitud. Mila rara vez solía sonreír, a menos que estuviera frente a personas importantes, aunque por supuesto, únicamente para guardar las apariencias, ya que eran pocas personas quienes realmente conocían a la persona detrás del nombre de Mila Lennox y una de esas personas era precisamente D
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