Casi al instante, el rostro de Jess pareció ensombrecerse al oír los pasos de su madre, alejándose de la oficina y desapareciendo por el pasillo. Sus labios se curvaron en una mueca de desagrado y entrecerró los ojos hacia Amaris.'Te crees que eres j*didamente perfecta, ¿verdad?', espetó Jess furiosa, con toda la fuerza de su odio, ardiendo claramente en sus ojos mientras la miraba fijamente.Amaris se rio de repente, con un tono irónico que parecía estridente en el silencio de su despacho, y totalmente fuera de lugar dada la declaración que Jess acababa de hacer.'Y ahí está'. Amaris sonrió, casi triunfante: 'Sabía que la verdadera tú se escondía en algún lado. ¿Qué intentas hacer, fingir ser una mujer vulnerable y arrepentida para que mi personal se apiade de ti?'.'¡Cállate! No sé cómo tienes a Dave en la palma de tu mano, ¡pero se suponía que era mío!', confesó Jess furiosamente.Amaris volvió a reír mientras le levantaba una ceja en señal de burla.'¿Se suponía que Dave iba a se
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