Alberto se ha quedado confundido y a la vez molesto, él cree que ahora su mujer le está pagando mal con otro hombre.— ¡Qué! ¿Cómo que a tu amorcito? —Preguntó tan alterado que ha dejado caer al suelo el vaso con agua que sostenía en su mano.— Ufff, ya me descubriste, cariño. Bueno, te cuento que el hermano de Clara Isabel me gustaba mucho, bueno mejor dicho, ambos nos gustábamos y también estábamos muy enamorados, pero luego pasó lo del accidente y… aquí estoy extrañándolo. —habló la chica, aprovechando para desahogarse, y para su sorpresa esta vez ya no lloró como lo ha hecho cada vez que lo recuerda en silencio. Eso la emocionó en gran manera porque entonces significa que ya lo ha superado con el amor que le tiene a su ahora pareja, Alberto.— Está bien corazón, supongo que es normal recordar los buenos momentos que se viven junto a la persona que en su momento fue muy especial y que ahora ya no está.— Sí, pero ahora te tengo a ti, tú te has aparecido en mi vida para darle color
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