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Todos los capítulos de Anya, la aprendiz del mafioso: Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo 21. Entrando a su mundo
Desde el día del baño, y a pesar de que ella ya no llevaba vendas en su herida, Mikhail se quedaba con Agnes cada noche, con frecuencia, sólo abrazándola, y en ocasiones besándola con suavidad, recorriendo con sus lengua la calidez de su boca dulce y la piel aromática de su cuello.Ella se relajaba cada vez más, dejando escapar sutiles gemidos entre sus jadeos, mientras el hombre la pegaba a su cuerpo y la joven podía sentir cómo se encendía y endurecía.Aún tenía miedo, pero Mikhail la trataba con paciencia y cariño.Poco a poco, Agnes iba sanando su trauma.Si él tenía otros impulsos, más violentos, los dominaba con bastante entereza.Durante el día, el trabajo y el entrenamiento continuaban con dureza.Tenían que terminar con el trato que habían iniciado con el gobernador, pero antes, necesitaban saber quién los había delatado, para no correr riesgos.Así que rastearon el origen de los oficiales de la emboscada, hasta el mismo detective Harp. En un desolado estacionamiento, Mikhai
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Capítulo 22. Una misión y un fantasma
Agnes era, por desgracia para Kasparov, la mejor alternativa para llevar a cabo con éxito la misión, ya que ésta consistía en infiltrarse con éxito en un crucero en el Caribe, donde el oficial que tenía la lista en su poder, supuestamente "investigaba" el tráfico de personas.En realidad, su objetivo allí era muy diferente, pero, lo que a ellos les interesaba, era que el sujeto haría allí una escala obligada antes de regresar a Finlandia y entregar la lista en persona a su jefe, y probablemente a otros traficantes a cambio de dinero.Eran muchos los interesados en que el poder de Zorro Blanco disminuyera, ya que prácticamente eran un monopolio imbatible en la región.Y Oso Negro los seguía de cerca, sólo que ellos traficaban con "bienes" que para muchos en la organización de Yuri eran inadmisibles.Era probable, según lo que Agnes y Mikhail pensaban, que la lista ya hubiera sido copiada, pero, según sus informantes, ellos afirmaban que aún estaba solamente en un disco externo que este
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Capítulo 23. Otras lecciones
Agnes se sentó en la cama, con la piernas cruzadas y una sonrisa sensual en sus labios.-Hola, querido… soy tu regalo de bienvenida… ¿no te avisaron?...El hombre la miraba con desconfianza, aunque la recorría con cierto deseo en los ojos.-¿Regalo?Ella se puso de pie y se acercó moviendo las caderas.-¿No te dijeron nada? ¿Acaso no te gusto? Te aseguro que puedo hacerte ver las estrellas, cariño…Él dudó, con los ojos clavados en ese escote monumental, dulce como la crema, y relamiéndose. Por lo general le gustaban más jovencitas e inocentes, recién compradas de preferencia, pero esa mujer era muy apetecible y voluptuosa como para despreciar. Y era gratis.Y además, ella ya estaba acariciando su pecho y su vientre mientras se arrodillaba y comenzaba a bajar la cremallera de su pantalón con una sonrisa cargada de lujuria, entreabriendo los labios, anticipando lo que estaba por hacerle.Así que le dijo mientras le ayudaba a liberar su mástil creciente:-Oh, claro que me gustas… Pero
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Capítulo 24. Error letal
Aprovechando que Agnes y Mikhail estaban por trabajo en su país, Carola Montoya invitó a su amiga a una fiesta en su hermosa casa, una fiesta bastante grande a la que acudirían diferentes personalidades del mundo del espectáculo y de los negocios, un poco diferente al entorno habitual de los Kasparov, y que a la mujer le producía bastante curiosidad. Ella se sentía tentada de asistir, pero la cohibía el hecho de que era un evento junto a la piscina, tenía que vestirse con bikini, y codearse con gente que no conocía… y al principio estaría sin Mikhail, que resolvería otros asuntos primero y llegaría más tarde al lugar.Carola le juraba que no la dejaría sola, y él mismo le insistía a Agnes para que fuera.-¿Por qué quieres que vaya, esposo?-Porque a veces salir de tu zona de confort será útil y necesario, y prefiero que sea en casa de Montoya, alguien que conozco. Estoy seguro de que no sólo brillarás, si no que aprenderás…Ella se sonrojó.-Pero… Mikhail, debo usar bikini…-Consigu
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Capítulo 25. Perdiendo apoyo
Agnes se recuperaba lentamente de los efectos del narcótico que Benito Murano le había puesto en su bebida.Aunque lo más herido era su dignidad, y su orgullo. Se sentía una tonta por haber caído a causa de su vínculo de confianza con Carola Montoya. La apreciaba, pero nunca debió confiar.Era su primera lección, pero, aparentemente, era más sencillo aprender a disparar y lanzar cuchillos, que comprender que cualquiera a su lado podía ser un enemigo.Sin duda se había metido en un mundo ruin.Tuvo suerte, Mikhail estaba a su lado para rescatarla, pero era consciente de que no siempre sería así, sobre todo si quería seguir escalando en Zorro Blanco, cuando las circunstancias y el trabajo los obligara a estar separados.Eran un equipo letal, juntos.Pero a la distancia… ella aún podía ser vulnerable.Los pensamientos de Mikhail al observarla, no eran demasiado diferentes.Debería encontrar el modo de protegerla siempre.Kasparov había crecido en ese mundo desde niño, así que, para él,
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Capítulo 26. Tiempo para buscar
Mikhail, recién bañado, se durmió abrazado a su esposa, sin más somnífero que el aroma embriagador de esa mujer que había trastocado su mundo.Uno monótono, gris y rojo.Ese mismo día, mientras descansaban juntos, la policía internacional recibía pruebas de las actividades ilegales de Miguel Murano, que no tuvo mucho tiempo para llorar a su hijo, forzado a mantenerse oculto y prófugo.No necesitaba ser adivino para saber quién lo había traicionado, y pronto se vengaría, donde más le dolía.Aunque por ahora no podía pisar Finlandia, dónde el joven mafioso había regresado con su esposa, ya que la ley lo podría atrapar.Mikhail Kasparov había dejado ver su fuerza, y su poder, pero también le había demostrado al mundo clandestino cuál era su talón de Aquiles.Más temprano que tarde, sufriría las consecuencias. El aspecto final de Benito Murano, los rumores de lo que había sucedido, y los métodos de Mikhail Kasparov, no pasaron desapercibidos para nadie, no sólo en el ambiente en el que h
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Capítulo 27. Una pista segura
No serían sólo noticias sobre el pasado de Agnes lo que deberían encontrar en Rusia. Los pasos del tesoro de Villalobos, los guiaban a ambos de regreso a la tierra de la que una traicionada Anya había tenido que huir.Según las pistas, el Bruno "el capo" Villalobos, había dividido su tesoro en tres partes. Y el mapa de Agnes los llevaba a la primera parte y una posible pista hacia la segunda parte.Aunque sólo encontraran una fracción, si los rumores eran ciertos, la suma sería considerable.Ambos estudiaban el mapa en el despacho de Mikhail, con mapas actuales de Rusia y los libros que Agnes revisaba desde el primer día.Ella hablaba resuelta, mientras le señalaba a su esposo diferentes lugares en el mapa y en los libros, en español y en ruso.-Villalobos podría haber ocultado su tesoro en México, y eso parece ser que fue lo que todos esperaban. Si te fijas aquí, colocó el nombre de una montaña, y lo hizo en español: "Monte Rosas Blancas". Al principio busqué alguna referencia leyen
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Capítulo 28. Tendiendo una trampa
En Helsinki, Kiana se hacía cargo con pericia de los trabajos importantes que Agnes le había encomendado.Desde que trabajaba con ella, su vida había mejorado sustancialmente, consiguió una pequeña pero cómoda casa en las cercanías de la mansión Kasparov, y gracias a eso podía tener viviendo con ella a su hermano, atendido por una enfermera particular.Estaba tan feliz, que a menudo olvidaba las penurias y vejaciones que había vivido.Sabía que Mikhail no confiaba en ella, pero su alma era leal a su amiga, hasta que estuvieran en el infierno.Sin embargo, la salida de los Kasparov de la ciudad, y las noticias de que Mikhail ya no era el favorito de Yuri, dejaba el terreno preparado para un cóctel de conflictos de territorio, y luchas de poder, hasta el punto de que Jasha vio su oportunidad de acercarse, demasiado, a los dominios de Zorro Blanco. Sabía que Demian era un inútil, la antítesis total de Kasparov, y que, por la suma correcta, traicionaría hasta a su propia madre.Pero no e
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Capítulo 29. Venganza anhelada
Jasha sabía que los hombres de Mikhail y él mismo, no eran para subestimar, a pesar de que parecieran pocos.Llegaría con una veintena de los suyos, con la ventaja de tener más influencia en Rusia que su adversario.Pero, además, Kasparov no le interesaba.Su plan era distraerlo, concentrar su ataque al frente de la casa, mantenerlo ocupado, y colarse con sigilo por la parte trasera, y capturar a la inútil de Anya. No podría sola, como no había podido enfrentarse a él hace pocos meses.Parecía una vida, pero era poco tiempo el que había transcurrido. Sería fácil.Al fin y al cabo, no era más que una mujer sola y desesperada.Mikhail escuchaba a Agnes y estaba a punto de estallar.-¡Estás loca! No te dejaré sola aquí para que Jasha se te acerque con impunidad. No pienso correr ningún riesgo.Ella suspiró.-Necesito que confíes en mí. Tiene que creer que tendrá una oportunidad, de lo contrario, nunca se acercará lo suficiente para ser capturado… ¿Olvidas que ya se te escapó una vez?
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Capítulo 30. Más allá del tesoro
Mikhail cumplió lo prometido a su esposa, ansiosa de revancha, y fue meticuloso y lento. Agnes lo observaba con sus ojos azules brillando con luz fantasmagórica, sentada en un sillón cómodamente, en un vaivén de sensaciones, entre la fascinación y el terror. Incluso, en ocasiones, era una tarea difícil de ver y su rostro palidecía, deseando darle fin a todo de una vez, aferrando la empuñadura de su daga de zafiros.Pero ese hombre, desangrándose ante ella, merecía sufrir y se obligaba a no olvidarlo. Se obligaba a mirar y hacer memoria.A recordar, en cada gota de sangre enemiga derramada, cómo había visto y oído a su padre en Viborg, cómo él y sus hombres habían llevado a su hermana a un frío orfanato, donde sufriría, y cómo la pequeña había muerto, ahogada en el mar.Una muerte horrible que, por supuesto, ella nunca lograría olvidar.No. Resistiría el impulso de terminar ese suplicio con una puñalada en ese corazón lleno de maldad.Dejaría que Kasparov lo terminara lentamente, c
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