SALVATORE.Llevamos días sintiéndonos en paz, pero yo sigo esperando que se acerque la tormenta...Esa llamada me dejó alerta, a pesar de que mi padre no me dio grandes detalles, doy por seguro que se aparecerá en cualquier momento, él es así, se mantiene un tiempo estático, generando suspenso, y luego llega para oscurecerlo todo, tal como lo hace una enorme nube plomiza durante una mañana que parece perfecta...Stella me observa y me dedica una sonrisa, mi favorita, y yo le hago señas para que se acerque y poder besar a mis hijos en su vientre.-Imagino lo mucho que debes extrañar trabajar en tu despacho, y en especial a tu cómoda silla-Comenta sentándose en mis piernas y yo recuesto la espalda completa del asiento para darle espacio.-Tu comedor no está nada mal... Y prefiero mil veces estar contigo, sin importar qué tan incómoda sea la silla en la que trabajo.Vuelve a sonreír, y luego me da un corto beso en los labios.-¡Stella!-La llama Julia, saliendo de la habitación, acompañad
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