Pov SamaraLa madre de Lucca no me daba buena espina. No porque fuera mala, porque en realidad ni siquiera la conozco, pero sé que me dará más de un dolor de cabeza por la forma en la que me miró apenas llegué.Su padre era una persona cálida, tomó bien el hecho de que estábamos casados y también sobre los bebés. Eso era algo que me daba tranquilidad, tenía un problema menos con el que lidiar, pero su madre no parecía feliz y yo apenas le había dirigido la palabra.Comencé a pensar que lo mejor sería relajarme un poco, han sido días de mucho estrés por todo lo ocurrido, desde aquel llamado de la clínica todo se había vuelto al revés.El lugar era un jodido hotel de lujo, tenía muchas habitaciones y un salón principal. Supuse que también había una cocina, pero la verdad es que no lo recorrí lo suficiente. Llegué a la conclusión de que su familia estaba bañada en dinero, y era algo lógico, después de ver la mansión en donde vivía Lucca.—¿Cómo van tus primeros minutos en Hawái?Apenas s
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