Pov SamaraLa madre de Lucca no me daba buena espina. No porque fuera mala, porque en realidad ni siquiera la conozco, pero sé que me dará más de un dolor de cabeza por la forma en la que me miró apenas llegué.Su padre era una persona cálida, tomó bien el hecho de que estábamos casados y también sobre los bebés. Eso era algo que me daba tranquilidad, tenía un problema menos con el que lidiar, pero su madre no parecía feliz y yo apenas le había dirigido la palabra.Comencé a pensar que lo mejor sería relajarme un poco, han sido días de mucho estrés por todo lo ocurrido, desde aquel llamado de la clínica todo se había vuelto al revés.El lugar era un jodido hotel de lujo, tenía muchas habitaciones y un salón principal. Supuse que también había una cocina, pero la verdad es que no lo recorrí lo suficiente. Llegué a la conclusión de que su familia estaba bañada en dinero, y era algo lógico, después de ver la mansión en donde vivía Lucca.—¿Cómo van tus primeros minutos en Hawái?Apenas s
Pov LuccaLa charla con mi madre fue inevitable. El día había sido agradable, lo cierto es que no había pasado tiempo con mi familia desde hace mucho. Solo los veía para el aniversario de mis padres y quizás a algunos en algunas ocasiones extrañas, estaba muy metido en el trabajo.Su actitud con respecto a Samara no me gustaba para nada, y en cuanto ella se disculpó diciendo que iría a buscar algo de su maleta, la seguí.—¿Puedo saber qué te sucede, mamá? —le pregunto en cuanto estamos solos—¿De qué estás hablando? —ella evita mi mirada y entra a la habitación—Hablo de cómo estás evitando a Samara desde que llegamos. ¿Qué problema tienes?—¿Qué problema? —ella me sonríe con ironía sin mirarme aún—. Te apareces de un día para el otro, con una mujer desconocida que ahora dice ser tu esposa y encima está embarazada. ¿Qué es lo que ocurre contigo? —frunce el ceño mientras me observa—. ¿Qué es lo que sucedió realmente?—¿De qué hablas? —Estoy hablando de un matrimonio exprés por presión
Pov SamaraUna hora más tarde me encontré subiendo a la habitación. Él se había quedado con su madre y parte de sus tías, lo cual no me desagradaba, me gustaba mi espacio. Lo necesitaba.Ahora mismo mi vida se había vuelto de lo más extraña, pero tenía que ser una tonta si negaba que me sentía segura. Entrar en el quinto mes de embarazo sin saber qué diablos iba a pasar con tu vida, no era algo que le desearía a alguien.No había encontrado un trabajo afuera y aunque trabajaba en mi computadora, aún necesitaba tiempo. El hecho de que él haya llegado a mi vida para ofrecerme un acuerdo de lo más extraño permitió que pudiera dormir plácidamente por la noche después de mucho tiempo.Ahora estaba en Hawái, en compañía de su familia. Yo tenía que intentar darle una oportunidad a su madre si ella lo permitía, después de todo, él había hecho algo grande por mi sin que se lo dijera. Si, eran sus hijos los que llevaba en el vientre, pero se había querido hacer cargo más allá del contexto en el
Pov LuccaNo había contado con el hecho de que ella estuviera trabajando aquí todavía. Se supone que el último verano que nos encontramos había mencionado sobre viajar a Londres para buscar un empleo como abogada.Jennifer me mira con una sonrisa en sus labios mientras pasea su dedo índice por mi pecho. Solo la miré por un momento, pensando en cómo habían cambiado las cosas para mí. No podía negar que era bonita, la mujer me había atraído el verano pasado y no cambió demasiado, solo que ahora había un pequeño detalle.—Supuse que vendrías por aquí en algún momento —ella suspira—. ¿Hace cuánto has llegado?—Hace poco. Pensé que estarías en Londres.—No, mis planes cambiaron. Se supone que viajaré a Stanford pronto —la mujer hace una mueca—. ¿Crees que tengas un momento antes de volver a California?—Lo siento, pero mi vida ha cambiado un poco —ella me mira y se ríe—¿Qué tanto? No me digas que ahora hasta te has casado —me cruzo de brazos para que ella deje de tocarme y pongo una dista
Pov SamaraNo me quedó otra opción que aceptar. Él terminó eligiendo cada vestido y zapatos que me gustaron y los llevó a la caja, sin dejar que me quejara por ello. Entrar a la joyería fue otra discusión, pero como siempre, terminó ganando.—En cuanto tenga dinero te lo devolveré —le digo cuando subimos a la camioneta otra vez—Los regalos no se pagan. ¿Qué tal estuvo el postre?—Lo digo en serio, Lucca —él sonríe y pone los ojos en blanco—También yo. ¿Tienes ganas de ir a la playa?—Si —suspiro y entrecierro los ojos cuando lo miro— ¿Todo está bien?—Si, ¿Por qué preguntas?—Porque te he notado un poco tenso. ¿Hay algo que debería saber?Él me mira por un momento, manteniendo la boca cerrada. Solo me hace pensar que algo sucede y que realmente no quiere decirme, pero vuelvo a insistir.—No, solo asuntos de la empresa. No tienes que preocuparte —asegura mientras comienza a conducirEs la primera vez que no lo veo con una sonrisa desde que llegamos, y comienzo a sentirme mal por él.
Pov Samara¿Qué lo hizo por mí? ¿Qué es lo que acaba de decir?—Dijiste que lo necesitabas. ¿Por qué estás diciendo esto? —el hombre niega con su cabeza—Es mejor que dejemos este asunto aquí...—No. Dime porqué supuestamente lo has hecho por mí. ¿Creías que tenías que casarte conmigo porque te daba lástima?—Carajo, no —responde con tranquilidad—. Nunca dije que lo hiciera por lástima. Yo necesitaba casarme para recibir la empresa, pero no me importaba demasiado. Tú misma lo dijiste, tengo dinero y un cargo importante. Me casé contigo porque necesitaba protegerte, a ti y a nuestros bebés. Por supuesto que me traía beneficios, pero nunca mencioné nada sobre lástima.—Así es como suena.—A veces me gustaría que confiaras un poco más en mi —él se sienta y rasca su cabeza—. Yo podría haber hecho las cosas de otra manera y lo sabes. Podría aprovechar que estabas embarazada y extorsionarte, o pedirte que seas mi esposa sin ningún tipo de cláusula. No me interesa tener una esposa trofeo, si
Pov LuccaLa primera vez que vi a Samara en la empresa, podía decir que realmente no me pude fijar en su belleza. Tenía tanta carga encima, con todo el asunto del sorpresivo embarazo y la idea de que ella se negara a mis planes, que todo quedó en segundo plano.Cuando la estuve buscando los tres siguientes meses, pensé en que era una mujer realmente hermosa. Sin embargo, ninguno de mis pensamientos se adecuaba a lo que era. Tenía un cuerpo de escándalo, la mujer ni siquiera tenía que hacer un esfuerzo por ello, podía sonreírte o mirarte de aquella forma cuando se enoja que inmediatamente la quieres.Ahora me siento perdido, porque no quiero que esto vuelva a ocurrir. Me siento atraído físicamente, pero siento que en algún punto su personalidad me seduce. Ella tiene algo que ni siquiera sabe que lo tiene, pero que descubro. Apenas pasaron horas desde que volví a encontrarla y es suficiente para que me mantenga atrapado.En estos momentos puedo fingir que no me asusta. Decir que podríam
Samara agradecía el hecho de haber podido dormir al menos dos horas más después de la pesadilla y todo era gracias al él. Nunca pensó que podría llorar frente a alguien con tanta facilidad, pero la situación la había superado. Estaba sensible como la m****a con el embarazo, ahora tenía antojos de comer cualquier cosa que no le gustaba y el cansancio la abrumaba. La vuelta al complejo fue inevitable cuando la lluvia se detuvo. Los caminos no estaban en la mejor situación, pero al menos podrían regresar. —Oh, querido. Que bueno que estén bien —lo abraza su madre al llegar—. La tormenta fue terrible. —Hawái nos recibió bien —él sonríe—. No te preocupes, nos quedamos en el hotel, todo estuvo perfecto. ¿Dónde están los demás? —Tomando un café. ¿Podrías adelantarte un momento? Quiero hablar con ella, por favor —la mirada de Lucca fue hacia Samara —Bien. Estaré por allí si necesitas alguna cosa. El beso en la frente sorprendió a la mujer, pero no dijo nada. Ella había hecho un suspiro