CAPÍTULO 102. NO ME TEMBLARÁ LA MANO
Henry sacudió su rostro, la miró a los ojos y se quedó pensativo, antes de hablar, la llevó hasta su vehículo y la acomodó con delicadeza, abrochando su cinturón de seguridad. En cuanto arrancó el motor, se alejó con rapidez. —Dime qué fue lo que ocurrió, necesito comprenderlo.—Alguien estaba espiandome, cuando me duchaba, logré ver por debajo de la puerta unas botas, distinguí por un orificio de la puerta que me veían. —Se abrazó a sí misma sintiendo un fuerte escalofrío recorrerla, de pronto intentaron abrirla, estaban forcejeando, por fortuna ingresaron mis compañeras del quirófano, y eso hizo que se alejara.Su mandíbula se tensó y su mirada se ensombreció, justo cuando la adrenalina del momento estaba saliendo de su cuerpo, se llenó de ira.— ¡Infeliz! —exclamó y colocó una de sus manos sobre la de ella.—Como pude me cambié de ropa —expresó con voz temblorosa—, y salí corriendo, al llegar al ascensor, me di cuenta que no tenía mi móvil, por lo que regresé y me lo topé. Record
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