Alexey no vacilo a la hora de venir a ayudar, de hecho, parecía incluso deseoso de hacerlo. El toque de sus manos sobre mi piel me envió una corriente eléctrica por todo el cuerpo, causando que me apartara inmediatamente, presa del pánico por aquello. El Boss me miró confundido, sus labios se habían separado para hablar, pero negué con la cabeza, haciéndole saber que todo estaba bien. —Muchas gracias. —dije antes de esconderme en el vestidor. Estando allí me dejé caer sobre un banquillo. Definitivamente las sensaciones que ese hombre me causaba terminarían por volverme loca. Lo peor es que me sentía de la misma forma. Y había descubierto que mi cuerpo respondía de forma automática ante él. Mejor corrijo esa oración, porque es el eufemismo del año. Eso ya lo sabía perfectamente, pero ahora lo estoy aceptando. Al menos conmigo misma, porque tal parece que era la única a la que engañaba. La idea me provoco una carcajada. Eso hasta que recordé que él salía con otra mujer. Mi animo se
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