Luego de aquella discusión que le había dejado la sangre caliente y con la rabia nublando sus sentidos, salió de la casa de sus padres para viajar de regreso a Pittsburgh. No se desvió para ir en dirección a la fábrica como había sido su propósito cuando salió de ésta. En lugar de ello giró el volante en dirección a su apartamento. El auto iba tan rápido que incluso se pasó dos señales en alto, aunque para su suerte, ningún agente de tránsito o equipo de monitoreo lo detectó, pero, incluso, a pesar de ir tan a prisa, su percepción resultaba diferente, nunca había tardado tanto en llegar.Una vez ingresó en el apartamento buscó a Naia con desesperación. Su madre le había confesado que le había ofrecido dinero para dejarlo, pero no dio mayor detalle de lo sucedido, estaba tan furioso que tampoco se lo preguntó, pero ¿Ella habría aceptado?, ¿la había hecho dudar?, ¿estaba ofendida con él y pensaría en dejarlo para no estar cerca de su madre?, un sinfín de interrogantes, dudas y preocupac
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