Capitulo 24.
Llegó a la mansión el silencio y la oscuridad, hacían ver el lugar algo sombrío, sacó su celular para llamar a su hermana, pero al encender la pantalla, había un mensaje de ella diciendo iría a el pueblo papá pidió que fuera a visitarlo, se preguntó, porque siempre le pedía a su hermana que vaya a verlo y a ella nunca le llamaba al menos. Recorría el lugar y estaba sola en efecto, o eso creía ella hasta que escuchó ruidos en el estudio allí vió a Helios sentado, su camisa algo floja, su corbata desatada, sus mejillas algo rojas símbolo de que ya tenía rato bebiendo. —Ya te vi curiosa. —Dijo el rubio tomando un trago de whisky. —Solo estoy encendiendo las luces, no es curiosidad —dijo defendiéndose la pelinegra—, si no necesita nada me retiro. —Yo creo que mas bien quieres terminar, lo que iniciaste aquella noche Gabrielle. —Eres un patán. —Dijo molesta «cuando, toma es algo borde», aunque últimamente ha estado tomando mucho. —Y tú una niña buena y aburrida, que siempre obedec
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