— Oye lo que estás diciendo, eres una mujer sumamente inteligente y creo que te darás cuenta de que lo que dices es absurdo. Escucha, nadie absolutamente nadie te va a preguntar con quién andas sin segundas intenciones. — ¿Qué puede querer un hombre de mí? No soy la gran cosa e incluso me considero insípida, quizás llame la atención debido a mi ropa que definitivamente es lo contrario al lujo de este hotel, incluso su camiseta es más cara que todo lo que yo estoy usando en estos momentos.— Incluso con un costal de papas te mirarías hermosa, si deseas podemos ir a otro lado más simple.— ¿Adónde? Estamos en Dubái, aquí hasta los contenedores de basura tienen elegancia.El señor Lund se puso a reír y se levantó entonces me extendió la mano para que la tomara, lo hice y nos fuimos caminando hasta la playa.— Es la primera vez que miro el cielo de la playa en la noche.— ¿Es en serio?— Sí, la playa queda a una hora de mi casa sin embargo no tengo carro para moverme de noche y en
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