Lolita Guerra Las mujeres de la trata. Nacer en este mundo puede ser ventajoso o desastroso, no importa de qué lado estés realmente, en la luz o en la oscuridad. De hecho, depende mucho de la cuna en la que hayas nacido. En mi caso, nací en la cuna del poder, viví bajo el cuidado de un hombre poderoso, pero ese poder sólo lo ejercía él, Igor Pedrosa, mi padre. Ahora imagina una chica de sólo diecisiete años, criada sin madre, porque murió durante el parto, y con un padre rígido y autoritario. No tenía voz ni elección, y así fue toda mi vida. Aprendí de mi mamá, el cariñoso apodo que le ponía a la criada que hacía de madre, a bajar la cabeza ante todo, especialmente ante Igor, y a aceptar sus decisiones incondicionalmente. Y así lo hice, y seguí haciéndolo después de ser vendida a Pero Guerra. Exactamente lo que usted entendió. Mi padre necesitaba llegar a lo más alto del gobierno y para ello contó con la ayuda de un poderoso narcotraficante que recibió a cambio a su hermosa hija y tod
Leer más