Nina - ¿Le apetece un baile, mi bella dama?Sí, se está esforzando, ¿verdad? Y eso es lo lindo de él, ¿no? Estar en sus brazos es mi mejor momento y, por supuesto, me siento segura en ellos, pero él no necesita saberlo, ¿verdad? En ellos escucho los fuertes latidos de su corazón y me olvido de todo, incluso de los platos que me persiguen. Pero, mi seguridad termina en el momento en que Raven se acerca y le dice algo a su jefe. La mirada de los hombres me inquieta y la aprensión se apodera del rostro de mi marido. Os podéis imaginar que yo quería ir con ellos y matar a esa cucaracha de alcantarilla, ¿verdad? Resulta que mi marido se me adelantó y simplemente tiró la orden.... ¡Quédate aquí!Ah, malditos hombres protectores, ¡nos quitan toda la emoción de la fiesta a las mujeres "frágiles"! ¡Estoy poniendo los ojos en blanco con esa frase! Bueno, no hay mucho que hacer, así que salgo del salón y a mitad de camino siento que mi cuerpo comienza a congelarse y la sensación de que las fuer
Nina Unas semanas... Lo mejor de la vida es recuperar la libertad... no, es recuperar la vida. Saber que tengo la libertad de ir y venir donde quiera y cuando quiera no tiene precio. Sin embargo, en este preciso momento no quiero ir a ninguna parte, no con mi marido encima de mí y moviéndose tan sabroso, haciéndome gemir socarronamente mientras el orgasmo me asalta sigilosamente. Una embestida más fuerte me provoca otro gemido, este más fuerte, sin embargo, Thor me besa tragándoselo y con dos embestidas más nos rendimos a nuestro ápice. Aún sin fuerzas y extremadamente sin aliento no me deja ni deja de besarme y pienso que aún no ha terminado. Sin embargo, mi teléfono empieza a sonar insistentemente encima de la mesilla de noche.- ¡Que suene! - me pide mi marido con voz ronca y sus besos perezosos empiezan a dejar un rastro caliente por mi mandíbula, por mi cuello, luego por mi regazo, hasta llegar a un pezón de mi pecho, que chupa con avidez. El teléfono enmudece por fin y decido
Lolita Guerra Las mujeres de la trata. Nacer en este mundo puede ser ventajoso o desastroso, no importa de qué lado estés realmente, en la luz o en la oscuridad. De hecho, depende mucho de la cuna en la que hayas nacido. En mi caso, nací en la cuna del poder, viví bajo el cuidado de un hombre poderoso, pero ese poder sólo lo ejercía él, Igor Pedrosa, mi padre. Ahora imagina una chica de sólo diecisiete años, criada sin madre, porque murió durante el parto, y con un padre rígido y autoritario. No tenía voz ni elección, y así fue toda mi vida. Aprendí de mi mamá, el cariñoso apodo que le ponía a la criada que hacía de madre, a bajar la cabeza ante todo, especialmente ante Igor, y a aceptar sus decisiones incondicionalmente. Y así lo hice, y seguí haciéndolo después de ser vendida a Pero Guerra. Exactamente lo que usted entendió. Mi padre necesitaba llegar a lo más alto del gobierno y para ello contó con la ayuda de un poderoso narcotraficante que recibió a cambio a su hermosa hija y tod
Lolita Guerra - Tienes razón. Es que... - Me falló la voz.- Sé que tienes miedo de que te rechacen. - dice él. Asiento con la cabeza en señal de confirmación. - ¿Sabes qué? - Raven me acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja. - Si no te perdonan, perderán la oportunidad de tener una madre de verdad. Pero Nina está hablando con ella, ¿verdad? - Vuelvo a hacerlo. - Entonces dudo mucho que no pueda convencerlas. Nina siempre consigue lo que quiere. - Sonrío y sostengo cada lado de su cara.- '¡Espero que tengas razón, cariño! - siseo y, tras darle un suave beso en el trasero, me deja sola en la habitación.Los tortuosos minutos se alargan y por mi cabeza empiezan a pasar mil cosas, pero ninguna me reconforta ni me da seguridad. Escenas de Jude y Maya dándome la espalda, diciéndome lo mucho que me odian y desprecian. Maldita sea, mi cobarde corazón me suplica que abra esa puerta, que me suba a un coche y que me largue de aquí cuanto antes. Es asfixiante no saber qué pasará, es agoni
Lolita Guerra - ¿Dónde más? Está haciendo lo que más le gusta, organizar fiestas. - dice Nina y nuestras risas se extienden por la habitación. Alguien llama a la puerta y Julia entra enseguida con una bandeja que contiene una botella de champán y cuatro copas.- Vaya, ¡qué falta me hacía! - refunfuño, yendo al encuentro de la chica.- No te pases, mamá. Tienes que estar sobria para tu luna de miel en el Caribe. - me regaña Jude.- Oh, no te preocupes, ¡insisto en estar sobria, hija! - bromeo y más risas inundan la habitación.- Y tú, ¿no vas a beber, Julia? - pregunta Nina, pero su amiga hace un gesto desdeñoso.- Es que... no puedo.- ¿Desde cuándo? - señala Maya.- Desde que me enteré de que soy... - Deja de hablar. Sin embargo, todos le miramos la barriga.- ¡No! - Nina se aparta inmediatamente de mí. - ¡¿Estás embarazada?!- Sí. ¿No es maravilloso? - ¡Dios mío, Yang y tú no habéis perdido el tiempo! - Nina responde con humor, se abrazan, y pronto estamos todos abrazados. - ¡Feli
Nina - Nunca pensé que viviría para ver esto. Nina Guerra, una agente de tráfico. ¿No odiabas todo esto? - comenta Jude con cierto sarcasmo mientras atraviesa el cobertizo donde unos hombres están llenando un pequeño camión con unos cuantos kilos. Me encojo de hombros ante su comentario.- En primer lugar, ya no soy Nina Guerra, y aquella mocosa que conociste hace tiempo ya no existe.- ¿Qué fue de aquella chica a la que admirabas? - pregunta Maya, mientras analiza uno de los paquetes de polvos, luego lo coloca en la balanza y comprueba los números, como si supiera lo que hace. - Creo que murió. No puedo negar quién soy realmente ni mis orígenes. Y si quieres saber la verdad, odiaba a nuestro padre y a Darlan Guerra, no a nuestro oscuro mundo. - La mención de esos nombres hace que Maya se persigne repetidamente.- No menciones a esos demonios, podría traer malos augurios. - Refunfuña ella.- De todos modos, Thor me hizo ver que no todos los capos de la droga tienen que ser crueles t
Nina - ¿Una persona como yo?- Al contrario de lo que pensaba, eres un hombre apasionado y aunque muchos temen al dueño del tugurio, al mismo tiempo eres querido por todos ellos. ¡Y eso es increíble!- ¿Increíble? - Asiento con la cabeza.- Sabes cuándo ser odiado y temido, pero sobre todo también sabes cuándo ser amado. ¿Cuántos hombres en este negocio llevan una doble vida así? - Suelta una carcajada.- ¿Doble vida?- Así es como yo lo veo. La mayoría de esos hombres dejan que el poder se les suba a la cabeza y que la crueldad domine su ser. Entonces suelen hacer maldades sin importar a quién ni por qué razón. Ellos simplemente lo hacen, pero tú no.- No soy tan bueno como crees, Nina.- Eso no es lo que he dicho, Sr. Malo. - Esta vez se ríe y luego me besa. - Ahora suéltame.- Voy contigo.- Voy contigo. ¿Por qué?- Porque estoy fuera de servicio, Srta. Bestia de la Colina, y quiero pasar este día contigo, no importa dónde.- En ese caso, que sea rápido, porque ya me has retrasado
ThorMomentos antes de la noche de fiesta...- Muy bien, ¿quieres ir de fiesta y bailar con tus hermanas sin nuestra protección? ¡Acepto! - Digo cansado de luchar y como siempre, ella abre su sonrisa victoriosa. - Pero, - Levanto el dedo índice y con impaciencia Nina me pone los ojos en blanco. - ¡Tendrás que usar eso! - Sus hermosos ojos petulantes oscilan contrariados de mí al chaleco.- ¡De ninguna manera me pondré eso! - gruñe enfadada. - Thor, ¡esto va a quedar ridículo con mi vestido!- Ese es tu problema. O te lo pones o te vas a la sala VIP. - Mi mujer da unos pasos hacia mí, pero yo permanezco firme en mi asiento, mirando fijamente al par de ojos penetrantes que me miran todo el tiempo.- ¡No voy a llevar esa ridiculez, Lucas Ferraz! - sonríe entre dientes y da un pisotón. Sin embargo, arqueo las cejas mirándola desafiante.- Genial, ¡zona vip entonces! - le doy la espalda y dejo caer el chaleco sobre la cama para salir de la habitación.- ¿Por qué haces esto? ¿Qué coño está