Thor - Bueno, acabas de decir que voy a necesitar un administrador aquí. Y sólo confío en ti y en Raven para hacer el trabajo. Digamos que será mi regalo de bodas, ¿eh?- M*****a sea, Thor, ¡por supuesto que acepto! - El hombre se pone en pie de inmediato y me abraza tan fuerte como lo haría un oso.- ¡Genial! Así es como va a funcionar -digo mientras se aleja-. - El dinero de las drogas me lo tendrás que reportar directamente a mí, pero lo que ganes en este club de baile es todo tuyo. - Se lleva la mano a la cabeza, pero su sonrisa extremadamente feliz no abandona su rostro. - Aparte de eso, recibirás un pago mensual por tus servicios y un porcentaje de las ventas.- Tío, ¡estoy en el cielo! Esto va a ser... ¡Vaya! ¡A Julia le encantará volver a vivir en este lugar! - No sin construir tu propia casa. - Thor, no tienes que preocuparte. Hablo en serio.- Nina me mataría si no le hiciera el regalo de madrina -refunfuño. Se encoge de hombros e increíblemente su sonrisa se ensancha.- J
Thor - ¡Por el amor de Dios, relájate hombre! El edificio está prácticamente rodeado, yo mismo he comprobado la cocina, los camiones de reparto, los aseos y los pasillos adyacentes. ¡Está a salvo! - Respiro hondo. El uso de las palabras "prácticamente rodeado" no me da ninguna seguridad.- Lo sé, pero no puedo, no podré relajarme hasta que la tenga a salvo y conmigo en casa. Sabes que Nina lo es todo para mí, Raven, y si esa zorra loca se atreve a acercarse a ella yo...- No lo hará, Thor, y esto es una boda. ¡Por el amor de Dios, hombre, intenta divertirte con tu mujer! - Los aplausos me llevan a mirar a mi mujer que baja los pocos escalones que ha subido y la observo con su vestido azul cian. Uno largo, delicadamente tejido, de un solo tirante, ceñido al cuerpo que realzaba perfectamente su belleza, dándole un aire de dama de alta sociedad. Dejo escapar un suspiro audible y decido que Raven tiene razón. Necesito relajarme y disfrutar del momento con ella. Así que le doy dos palmadas
NinaMomentos antes de la boda...- ¡Ésa! - vibro cuando Julia sale del interior del probador, vestida con un largo jersey nacarado. Sus lánguidos brazos están cubiertos por guantes de seda del mismo color y una corta guirnalda añade un encanto extra a su look nupcial. El detalle de la falda corta hasta la rodilla superpuesta con una larga falda de encaje es lo que me ha dejado boquiabierta.- Estás realmente preciosa". - comenta mamá, que deja caer una taza de café sobre la sofisticada mesita y se levanta de inmediato.Oh, no, no te habrás equivocado. Lolita Guerra está aquí a mi lado en plena búsqueda del vestido de novia perfecto para mi amiga y confieso que estoy viviendo ese sueño despierta de madre e hija, ¿sabes? Ese sueño en el que apenas bajas las escaleras y ella ya está ahí esperándote para darte los buenos días, seguidos de un tierno beso en la mejilla. O cuando te sientas a la mesa y ella te sirve con impaciencia una comida con todo tipo de alimentos porque piensa que est
Nina - ¿Le apetece un baile, mi bella dama?Sí, se está esforzando, ¿verdad? Y eso es lo lindo de él, ¿no? Estar en sus brazos es mi mejor momento y, por supuesto, me siento segura en ellos, pero él no necesita saberlo, ¿verdad? En ellos escucho los fuertes latidos de su corazón y me olvido de todo, incluso de los platos que me persiguen. Pero, mi seguridad termina en el momento en que Raven se acerca y le dice algo a su jefe. La mirada de los hombres me inquieta y la aprensión se apodera del rostro de mi marido. Os podéis imaginar que yo quería ir con ellos y matar a esa cucaracha de alcantarilla, ¿verdad? Resulta que mi marido se me adelantó y simplemente tiró la orden.... ¡Quédate aquí!Ah, malditos hombres protectores, ¡nos quitan toda la emoción de la fiesta a las mujeres "frágiles"! ¡Estoy poniendo los ojos en blanco con esa frase! Bueno, no hay mucho que hacer, así que salgo del salón y a mitad de camino siento que mi cuerpo comienza a congelarse y la sensación de que las fuer
Nina Unas semanas... Lo mejor de la vida es recuperar la libertad... no, es recuperar la vida. Saber que tengo la libertad de ir y venir donde quiera y cuando quiera no tiene precio. Sin embargo, en este preciso momento no quiero ir a ninguna parte, no con mi marido encima de mí y moviéndose tan sabroso, haciéndome gemir socarronamente mientras el orgasmo me asalta sigilosamente. Una embestida más fuerte me provoca otro gemido, este más fuerte, sin embargo, Thor me besa tragándoselo y con dos embestidas más nos rendimos a nuestro ápice. Aún sin fuerzas y extremadamente sin aliento no me deja ni deja de besarme y pienso que aún no ha terminado. Sin embargo, mi teléfono empieza a sonar insistentemente encima de la mesilla de noche.- ¡Que suene! - me pide mi marido con voz ronca y sus besos perezosos empiezan a dejar un rastro caliente por mi mandíbula, por mi cuello, luego por mi regazo, hasta llegar a un pezón de mi pecho, que chupa con avidez. El teléfono enmudece por fin y decido
Lolita Guerra Las mujeres de la trata. Nacer en este mundo puede ser ventajoso o desastroso, no importa de qué lado estés realmente, en la luz o en la oscuridad. De hecho, depende mucho de la cuna en la que hayas nacido. En mi caso, nací en la cuna del poder, viví bajo el cuidado de un hombre poderoso, pero ese poder sólo lo ejercía él, Igor Pedrosa, mi padre. Ahora imagina una chica de sólo diecisiete años, criada sin madre, porque murió durante el parto, y con un padre rígido y autoritario. No tenía voz ni elección, y así fue toda mi vida. Aprendí de mi mamá, el cariñoso apodo que le ponía a la criada que hacía de madre, a bajar la cabeza ante todo, especialmente ante Igor, y a aceptar sus decisiones incondicionalmente. Y así lo hice, y seguí haciéndolo después de ser vendida a Pero Guerra. Exactamente lo que usted entendió. Mi padre necesitaba llegar a lo más alto del gobierno y para ello contó con la ayuda de un poderoso narcotraficante que recibió a cambio a su hermosa hija y tod
Lolita Guerra - Tienes razón. Es que... - Me falló la voz.- Sé que tienes miedo de que te rechacen. - dice él. Asiento con la cabeza en señal de confirmación. - ¿Sabes qué? - Raven me acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja. - Si no te perdonan, perderán la oportunidad de tener una madre de verdad. Pero Nina está hablando con ella, ¿verdad? - Vuelvo a hacerlo. - Entonces dudo mucho que no pueda convencerlas. Nina siempre consigue lo que quiere. - Sonrío y sostengo cada lado de su cara.- '¡Espero que tengas razón, cariño! - siseo y, tras darle un suave beso en el trasero, me deja sola en la habitación.Los tortuosos minutos se alargan y por mi cabeza empiezan a pasar mil cosas, pero ninguna me reconforta ni me da seguridad. Escenas de Jude y Maya dándome la espalda, diciéndome lo mucho que me odian y desprecian. Maldita sea, mi cobarde corazón me suplica que abra esa puerta, que me suba a un coche y que me largue de aquí cuanto antes. Es asfixiante no saber qué pasará, es agoni
Lolita Guerra - ¿Dónde más? Está haciendo lo que más le gusta, organizar fiestas. - dice Nina y nuestras risas se extienden por la habitación. Alguien llama a la puerta y Julia entra enseguida con una bandeja que contiene una botella de champán y cuatro copas.- Vaya, ¡qué falta me hacía! - refunfuño, yendo al encuentro de la chica.- No te pases, mamá. Tienes que estar sobria para tu luna de miel en el Caribe. - me regaña Jude.- Oh, no te preocupes, ¡insisto en estar sobria, hija! - bromeo y más risas inundan la habitación.- Y tú, ¿no vas a beber, Julia? - pregunta Nina, pero su amiga hace un gesto desdeñoso.- Es que... no puedo.- ¿Desde cuándo? - señala Maya.- Desde que me enteré de que soy... - Deja de hablar. Sin embargo, todos le miramos la barriga.- ¡No! - Nina se aparta inmediatamente de mí. - ¡¿Estás embarazada?!- Sí. ¿No es maravilloso? - ¡Dios mío, Yang y tú no habéis perdido el tiempo! - Nina responde con humor, se abrazan, y pronto estamos todos abrazados. - ¡Feli