Catherine se fue, pero volvería. Había observado que mientras Clara se negaba, la otra mujer tenía una expresión de querer matar a esa mujer, al igual que ella.Así que vigiló a ámbas mujeres y cuando tuvo oportunidad se acercó a Breah. Le hizo la invitación a la mujer a su auto, esta sorprendida le dijo:—Estoy sucia y en harapos, ¿No te importa?—¡No, no me importa, la daré a lavar, para eso hay personas pobres trabajando, usted no, usted es una dama —dicho eso sacó una tablet con fotos y le enseñó fotografías y titularse de Breah en sus mejores tiempos.Enseguida ella se emocionó, así de fácil era Breah, así que se subió en el auto de la mujer lloriqueando como una magdalena hipócrita y se enjugó las lágrimas, Catherine sabiendo ya las emociones de la mujer, la eligió con palabras dulces a sus oídos y la llevó a un Spa.Las dos mujeres empezaron a recibir un baño de burbujas calientes, Breah no cesaba de decir.—Oh mataba por un baño así, gracias mi reina —mientras que Catherine pe
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