15. Falsas amistades
Una vez en el apartamento, Marcos alzó a Alma en brazos para llevarla a la habitación y la dejó caer sobre la cama. Se subió encima de ella y comenzó a deshacerse de su ropa, pero tuvo que detenerse de repente cuando las náuseas que venían punzando durante todo el camino, se apoderaron de él.—¿Qué pasa? —Inquirió Alma, contemplándole el pálido rostro—. Pareces…Pero antes de que pudiera terminar, Marcos saltó de la cama y corrió al baño privado, sin molestarse en cerrar la puerta. Alma lo precedió y lo encontró arrodillado a un lado del inodoro, expulsando sangre.—¡Marcos! —Ella se colocó junto a él y le puso una mano en la espalda—. Llamaré al doctor enseguida.Alma hizo amago de incorporarse, pero Marcos le indicó con un ademán que no lo hiciera.—Estoy bien —Marcos pulsó el botón del inodoro—. Es solo… algo que comí.Sin embargo, a Alma aún seguía preocupándole la sangre, más aún cuando no era la primera vez que lo descubría en aquel estado.—Hace algunos días sufrí una intoxicac
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