―Claro, mamá. Todo se ha preparado, se quedarán acá con nosotros durante los eventos y hasta la boda.―Que gusto, estoy tan feliz por ti, mi amor.―Mamá, había algo que quería comentarte ―pausó un momento, ordenando sus ideas―. Serena me comentó lo que le dijiste mientras estuvo en Canadá. Sé que he estado distante contigo y con papá, más de lo normal. Somos ingleses y habitualmente las emociones o expresiones de afecto son lo nuestro ―bromeó, tontamente―. Pero no es excusa para lo que he hecho.Jule suspiró desde el otro lado de la línea.―Has de estar muy ocupado con todo lo de la boda y adaptándote a tu nueva vida, y eso lo entendemos tu padre y yo. Pero hemos notado cambios.―Los hay ―dejó en claro Oliver―. Hay muchas cosas que están pasando, cosas de las cuales no puedo hablarte porque ustedes no…―Porque no somos DuMartelle ―dijo ella con pesar y, a pesar de que a eso no es lo que se estaba refiriendo Oliver, no la corrigió―. La princesa Serena dijo que te vendimos, pero debes e
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