El tiempo, un ente sin forma y sin voz, pero con un inmenso poder. No hacía más que correr desenfrenando, sin un amo sin nadie a quien rendir cuentas, estaba por encima de todos y el mundo se regía por sus reglas.Las tropas conformadas por los agentes del FBI y aquellos que abandonaron esas filas para trabajar bajo el mando de Soren, ahora se movían cómo una sola unidad; mientras rodeaban el edificio. Sus pasos eran rápidos y silenciosos, atentos al entorno en caso de una emboscada y para ello inteligencia se encargaba de guiarlos a través del comunicador en sus oídos.Soren y Jax iban lado a lado, el castaño no estaba dispuesto a separarse del antiguo príncipe sabiendo que lo querían capturar, para eso era todo ese espectáculo. Junto con ellos iban Peter, Owen y el agente Coller, además de tres hombres más que les seguían prácticamente pegados a ellos.Se detuvieron a la orilla del bosque teniendo la casa a sólo unos cien metros de distancia.—Los tienen en el segundo piso, en la se
Leer más