Queridos papás, Rhen, Arlette, Fery y London.Así había comenzado Lyra la carta a su familia, intentando sonar formal y algo elocuente; sin embargo, conforme avanzaba la pluma por la hoja, deborando el papel blanco a su paso, aquel intento de sonar formal desapareció.Rápidamente le contó sobre su viaje, evitó entrar en detalles respecto al enfrentamiento con la criatura en el bosque y claramente no mencionó la aparición del hada, aunque siendo honesta, deseaba poder hablarlo con el mayor de sus hermanos, Arlette.El era inteligente y comprensivo, pero por encima de todo eso, era su mejor amigo, el guardián de sus secretos y la persona que la comprendía mejor que ella misma.Pero no podría hacerlo, ella no podría confesar lo del hada, al menos no sin poder evitar que sus padres metieran sus narices.No es que a ella le desagradara la idea de tener padres protectores, en realidad lo que verdaderamente la detenía de agregar aquella información a la carta era la idea de imaginar a su mad
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