Aquí estoy de nuevo, frente al espejo mientras mi madre acomoda mi cabello. Gracias a mi querido embarazado que cabe aclarar no siento absolutamente nada más que hambre, a diferencia del embarazo de Dylan, este solo me da mucho sueño y muchas ganas de comer dulce, ¿Dónde estaba? Ah ya, bueno volviendo al tema, estoy aquí frente al espejo preparándome para mí boda, ya que tuvimos que adelantar antes de que mi barriga crezca, y creo que será muy pronto porque el vestido me queda un poco apretado y apenas tengo casi dos meses.—Te vez hermosa mi niña, —dice mi madre acomodando la larga cola que está pegada al vestido—. Te dije que todo iba a estar en su lugar —le sonrió, porque todos estos años ella me decía lo mismo, y ahora entiendo el porqué decía eso.—Gracias mamá, estoy nerviosa —me sonrojó, pareciera que me fuera a casar por primera vez, pero para mí es así, ya que está vez nadie me está obligando.Miró mi vestido, es realmente hermoso, confeccionado por la mejor diseñadora de ves
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