Narra Helen.Cuando salí del despacho del el estúpido de mi esposo, entre en mi habitación a llorar, estaba triste y molesta, no sabía que hacía aquí, aunque estaba llena de lujos no disfrutaba de ellos, en esta casa yo era una empleada mas, además de que extrañaba a mi madre demasiado, quise reclamarle a Dylan por como fue tratada mi viejita y también como había sido tratada en aquella casa, pero preferí callarme, le tenía mucho miedo a Dylan y no quería que tomara represalia contra mi, si yo me ponía rebelde.Estaba acostada sollozando cuando mi querida cuñada entro a mi habitación sin tocar—Tu...levántate, mi hermano desea que vayas a comprar ropa. —Marina estaba roja del coraje como si le molestará que su hermano hubiera pedido que comprara ropa.Me levanté en silencio, solía no contestarle a las personas cuando estaban muy molesta, lo había aprendido de mi madre, siempre que papá llegaba tomado ella solo se limitaba a obedecer y a guardar silencio.Limpie un poco mi atuendo y s
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