—Hola, Giusseppe. . .Giovanni, se sorprendía de que no sintiera nada hacía aquel hombre, no había dolor, no había amargura, no había llanto o arrepentimiento; nada, simplemente no sentía nada, hacía mucho había dejado de sentir algo por su gemelo.—Quisiera decir que es un placer verte, hermanito, pero lo cierto es que. . . No, no me genera placer, de hecho, no me haces sentir nada. — Supuso que un ser normal sentiría arrepentimiento por sus malas acciones, un ser normal lloraría y le suplicaría perdón pero, él no era un ser normal, no funcionaba como lo hacía el resto del mundo, y la imágen de su hermano frente a él tampoco lo hacía sentir ese natural amor fratenal, dicen que los gemelos son una sola alma dividida en dos cuerpos, que el dolor de uno puede afectar a otro, que pueden compartir angustia, pesares, y hasta personalidades, pero él no había tenido esa suerte, no había tenido un gemelo igual a él, dispuesto a todo, como él. Giusseppe era débil, y después un traidor con much
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