El camino al Duomo di Cefalù, resultaba un poco largo, pero tenían más que tiempo suficiente para llegar a la hora pautada, Sacó su celular, con la intensión de llamar a Mateo, quién había quedado al resguardo de la mansion en Estados Unidos, después de dos repiques, la voz del hombre se escuho alta y firme.—Buen día, señor.—Buenas tardes, Mateo, ya sabes la diferencia horaria.—Si claro, señor.—¿Y bien?, ¿Cómo está todo por allá?— preguntó con tranquilidad.—Todo en orden, señor, los club bien, en la casa, no ha habido ninguna novedad, anoche estuve en el Piacere, hubo buen flujo de personas, esta mañana he pasado por su oficina, le informé a su secretaria que cancelara las citas hasta nuevo aviso.—Pudiste hacer eso por telefono, Mateo.—Lo sé, señor, pero quería cerciorarme de que no hubiese margen de error, la mujer me ha informado que un par de socion, han intentado solicitar una que otra reunión, pero ella ha sido clara en que se encuentra de viaje de negocios y que, en cuant
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