—La bala no dañó ningún órgano importante, pero si causó un daño considerable. El Señor Ranieri perdió bastante sangre y tuvimos que realizarle una transfusión sanguínea. Logramos sacar la bala intacta y ahora todo depende del señor Ranieri. Él permanece inconsciente por el momento. Las primeras horas serán las decisivas para su recuperación, por lo cual permanecerá en cuidados intensivos bajo estricta observación. Laila se sentía débil. Se inclinó hacia su padre, quien pasó un brazo por sus hombros. —¿Podemos verlo? —preguntó. —Por el momento solo puede pasar una persona. Miró a Salvatore, aunque quería ir ella, los dos eran buenos amigos después de todo. —Está bien, ve tú. Él se alegrará de escuchar tu voz. Laila asintió agradecida y se giró para seguir al doctor. Más allá de las puertas había un largo corredor. Tomaron la segunda salida a la derecha y luego a la izquierda. Atravesaron otra puerta y se detuvieron. El doctor le entregó una bata, gorra y botas antes de guiarla ha
Leer más