Nada normal.Aquella especie de cumplido que el señor Cavill había tenido conmigo al decirme aquello me permitió de cierta manera reposar de aquella sensación de incomodidad que no me abandonaba ni por un segundo. Estando cerca de él, yo me sentía completamente cambiada, justo como si me traicionara a mí misma, pues de manera inexplicable me encontraba cediendo de manera directa ante su persona. Yo estaba convencida de que cumplir ese contrato debía ser, lo que me permitiría cumplir mi meta, lo que nunca pude haber anticipado era que desde lo más profundo de mi ser brotara esa necesidad inconsciente de someterme a la voluntad de él.Aún me sentía traicionada por la forma en que me había dejado ir el día anterior después de que me tomara casi a la fuerza, pero el hecho de que en persona él mismo se presentara a buscarme como si yo de alguna manera le importara me hacía esperanzarme de manera estúpida. Era algo sin sentido, pues yo sabía, gracias a la confesión hecha por él mismo, que n
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