Samantha no pudo evitar ruborizarse, pero no quería caer en el error de malinterpretar las cosas. Gerald fue muy directo con cada cláusula del contrato, no podía enamorarse de él, no lo tenía permitido. Prefirió reemplazar ese pensamiento por otro, se enfocaría en lo malo que le había hecho pasar y así evitaría sentirse aún más atraída hacia su jefe. En cierta parte, no se sentía cómoda fingiendo frente a Connie, la niña no merecía ser engañada de esa manera, pero era lo mejor, así estaría feliz y no pelearía más por los comentarios malsanos que escuchaba de los demás. Tal vez Gerald también estaba actuando, para que Connie mantuviera dibujada una sonrisa en su rostro, él haría lo que fuera por verla sonreír siempre.Quizás no fue una buena manera de terminar la conversación, poner como excusa el baño, sin embargo, sabía que el tema no quedaría allí. A él no le gustaban las cosas a medias, y por esa razón, en cualquier momento volvería a tocar el tema.Para Samantha, el amor no debía
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