Al día siguiente Samantha se levantó temprano como de costumbre, hizo los oficios del hogar y preparó el desayuno para llevar a Connie a la escuela, le preparó su comida favorita, wafles con frutas y miel y le dejó un jugo de cajita para que lleve en la lonchera. Samantha se alistó y también para llevar a Connie, le deja el desayuno listo a Gerald para llevar a su trabajo. Samantha partió con Connie a su colegio al finalizar todas las actividades del hogar. Al llegar, Samantha dejó a la niña en la escuela y su maestra que las recibía se acercó hasta ella.— Hola Samantha, te comento que los niños tendrán una actividad de verano, toda la escuela participará, por lo que los padres estarán invitados al evento.— Muchas gracias maestra, allí estaremos.Samantha regresó a casa para ocuparse de los asuntos del perfume, dedicaba gran parte del tiempo en ello. Cuando Gerald llegó del trabajo, Samantha le comentó cómo estuvo su día y le hizo mención del evento que tendrá Connie en su escuela.
Gerald al mirar a Samantha con el vestido se sintió atraído, se veía realmente hermosa y fascinante, el atuendo exaltaba toda la silueta de sus curvas y en la espalda era abierto donde se podía admirar su contorno. Gerald no pudo evitar pensar sentirse atraído, besó su espalda lentamente hasta su cuello. Ella sintió los besos de Gerald e hizo un gesto como de cosquilla, pero placer al mismo tiempo, le gustó sentir los labios carnosos de él en su espalda y cuello. Pero, así como Gerald sintió atracción, también pensó en las demás miradas que ella obtendría, como el día de la piscina, Samantha era demasiado llamativa y todos no dejarían de observarla.«Seguro todos esos padres babosos estarán mirando a Samantha, de ninguna manera permitiré que use algo tan llamativo»— No quiero que uses eso, Samantha — Exclamó Gerald en tono autoritario.— ¿Qué? ¿Por qué no, acaso no te gusta? — Preguntó ella confusa.— Claro que me gusta, solo que habrá muchas personas y muchos hombres que de seguro n
Luego de un par de días después del evento de Connie, Samantha se encontraba en su habitación cuando recibió una llamada.— Hola Sam, ¿Cómo estás? — Exclamó con entusiasmo.— ¡Isabel! Qué sorpresa, estoy muy bien. ¿Tú cómo estás? — Respondió Samantha con alegría.— Amiga excelente, te extraño mucho, tengo muchas cosas que contarte, quiero que nos veamos.— Amiga también te extraño. ¿Cuándo nos podemos ver?— Bueno, estaba pensando que nos viéramos en la casa de playa de Leonardo y que pasaras las vacaciones junto con nosotros, ya sabes, estamos en verano y qué mejor momento para disfrutar de la playa.— Ya va. ¿Leonardo? ¿Quién es él? — Preguntó confundida.— Leonardo es mi novio, de verdad tengo que contarte muchas cosas que sucedieron amiga — Comentó entre risas.— No te lo creo, nunca lo mencionaste, pero vale, acepto tu invitación, quiero que vacacionemos en la playa — Exclamó Samantha con entusiasmo.— Está bien Sam, te dejo entonces, te enviaré la dirección por el celular y esta
Layla no estaba para nada alegre al haber escuchado eso, sintió envidia e impotencia, ella era la que debía estar al lado de ella y no Samantha, además, tenía un acuerdo con Gerald que no se lo había comentado a nadie, por más que suponían que habían terminado su relación, ellos realmente no podían terminar, estaban bajo un contrato sexual, así que ella aun podía estar con Gerald. Su objetivo era casarse con él, pero Samantha la obstaculizaba. Tampoco se imaginó que Gerald estuviera allí en la playa, fue muy extraño verlo en otro sitio que no fuera su casa y su trabajo, esto era producto de la influencia de Samantha hacia él, lo estaba abarcando con su tiempo y esto hacia enojar a Layla.«Gerald nunca tuvo tiempo para mí, jamás fuimos de viaje y mucho menos vinimos a vacacionar a una playa, ahora llega esta y cambia de la noche a la mañana, es una manipuladora, de seguro lo está haciendo perder el tiempo con sus caprichos, no lo permitiré, el será mío nuevamente» Pensó Layla despiadad
Luego de haber pasado la tarde en la playa y disfrutar de la vitamina D que producían los rayos del sol, Isabel armó una fogata para dar inicio a una fiesta. Con el ocaso ya presente, Samantha y Gerald se van a la habitación a ducharse y cambiarse de ropa, la que tenían puesta estaban llenas de arena y se le pegaba al cuerpo por la humedad y el salitre. Se ducharon y cambiaron de atuendo para dirigirse a la gran fogata, todas las personas estaban reunidas allí, Gerald se acercó a conversar con los demás caballeros que estaban en el lugar mientras bebían, Samantha hizo lo mismo. Se reunió un grupo de chicas alrededor de la fogata para hablar. Las demás chicas mencionaron lo atractiva que era Samantha, su cuerpo definido y su atuendo denotaban lo sensual que se veía. Estos elogios subieron la autoestima de Samantha, muchas de ellas preguntaron cómo era su relación con Gerald.— Bueno, es algo complicado, pero estoy justo donde quiero estar — Afirmó ella sin saber que decir.Las mujeres
Gerald vio el golpe de Samantha y se sintió mal por lo que había ocurrido. Camino con ella y la sentó en una silla para que descansara, enseguida, salió corriendo a buscar hielo y al cabo de unos 5 minutos volvió para colocarlo en su cara.—Te colocaré un poco — Comentó Gerald.—Me duele, Gerald — Expresó Samantha.Gerald sintió irá y decidió ponerle fin a tanto drama. Besó la frente de Samantha y le pidió disculpas por todo lo que había ocurrido, sabía que Layla estaba celosa pero no pensó que llegaría a esos extremos. Se levantó y se dirigió a Layla que estaba rodeada de hombres y mujeres que la interrogaban, unos estaban a favor de ella, pero otros no, ella tenía su versión de la historia y se hacía ver a la víctima.—¡Layla! — Grito Gerald.Ella volteó y lo miró fijamente con el ceño fruncido.—¿Vienes a disculparte conmigo? — Expresó con tono de molestia.—Te equivocas, si alguien se tiene que disculpar eres tú. Vengo a que terminemos con todo esto de una vez, déjame en paz a mí y
— Samantha, Gerald está aquí — Exclamó Isabel en voz alta.Había tanto ruido de personas que Isabel tuvo que gritarle dos veces. Samantha escuchó los gritos de Isabel y volteó y vio a Gerald enojado, ella estaba tan ebria que hizo caso omiso y no le dio importancia de que él estuviera allí. A ella no le importaba si Gerald estaba observándola, siguió bailando con los hombres y se tomó una botella de cerveza hasta el fondo, como para demostrarle a Gerald que era libre y podía hacer lo que ella quisiera.Este gesto hizo enojar a Gerald y fue enseguida hacia Samantha, la tomó por un brazo y se la llevó con ella. Los hombres que estaban en el lugar salieron a defender a Samantha. El ambiente se puso tenso, Gerald les reiteró que no se metieran, que eso no era asunto de nadie lo que estaba pasando entre Samantha y él. Unos hombres corpulentos y formados lo empujaron para dar inicio a una pelea, vieron la manera como agarró a Samantha y se molestaron. Le exigieron que la respetara porque es
Gerald estaba feliz y eufórico porque Samantha le había confirmado que sí se casaría con él, ella estaba de acuerdo. Gerald sintió que ambos tenían el mismo sentimiento y que a partir de ahora nada se podrá interponer entre él y ella. Gerald cargó a Samantha entre sus brazos hasta la cama y la acostó, luego él se tumbó al lado de ella.— ¡Qué suave está el colchón! — Expresó Samantha tocando la cama.— Sí, lo mandé a cambiar hace un rato por uno de primera calidad — Comentó Gerald.— ¿Cómo consiguieron un colchón tan rápido? — Preguntó Samantha haciendo una expresión de sorprendida.— No tengo idea, mi vida, pero les pregunté si podían conseguir uno más óptimo para una pareja y unas almohadas de plumas de pecho de ganso y me dijeron que sí — Comentó Gerald entre risas.Ambos rieron, Samantha no podía creer que en un momento tan rápido Gerald pudiera organizar tanta decoración, aunque no fue él directamente quien la hizo, sino los trabajadores que estaban en el lugar dispuestos a compl