Connie despertó temprano esa mañana, se sentía más activa y tenía un buen humor que a Gerald y a Samantha les pareció inusual, pero entendieron que tal vez se debía a lo bien que lo había pasado el día anterior. Parecía haber ingerido chocolate a escondidas o algún dulce antes de que su madre le preparara el desayuno.Ambos despertaron también con los ánimos más ligeros, la tensión que había entre Samantha y Gerald ya no era como antes, podían sentir que el hielo que había entre ellos se estaba empezando a derretir de a poco. Aun así, mantenían la distancia correspondiente, más que todo ella, pues no terminaba de acostumbrarse a su nuevo estilo de vida.Luego de asearse en el baño, se quedó pensativa por un momento. Estaba recordando lo que había pasado cuando se bañaban todos juntos. Esa pequeña sí que se las traía, no pensaba que en una niña tan inocente hubiera una mente tan malvada en algunas ocasiones. Aunque no la reprendió como quería, previamente habían tenido una discusión y
Samantha sintió temor al ver que Gerald la tenía vigilada al momento de sonar el teléfono, dejó perder la llamada, dudando si atenderla o no, pero nuevamente volvieron a marcar. «¿Quién será? No quiero molestar a la niña ni mucho menos a Gerald» La incertidumbre la estaba consumiendo, pensaba que podía ser una llamada importante de alguna empresa o algo parecido, no podía dejarla pasar una segunda vez. Se dirigió rápidamente al balcón y se dio cuenta que era Andrew, al instante contestó. — ¡Hola! ¿Quién habla? — Preguntó. — ¡Hola Samantha, es Andrew! ¿Cómo estás tú? — ¿Andrew? ¿Tu llamándome? — Contestó desinteresada. . — Sí ¿Cómo andas? Mira, tenía pensado llamarte hace días, pero estuve en unos asuntos, de cierto modo solo quería pedirte disculpas por el mal entendido el otro día. Solo quiero que sepas que te aprecio y quiero que mantengamos una buena amistad, — Bueno, gracias por tus palabras, pero debo admitir que siento cierto enfado contigo. — Lo entiendo, ¿pero sabes qu
Una vez en el parque de diversiones, Connie salió corriendo junto a su pequeño amigo Louis, esperaban divertirse muchísimo esa tarde. Había gran cantidad de atracciones y juegos para pasar el rato.—¡Niños espérenme! — gritó Samantha al ver que ya ellos estaban por entrar solos al lugar.Gerald aparcó la camioneta en el estacionamiento del mismo parque y saludó de lejos al vigilante para que estuviera alerta si algo sucedía con su auto. El trabajador le regresó el gesto, por lo cual se sintió tranquilo.—Voy por los boletos mientras tú te encargas de los niños ¿está bien? Nos vemos dentro. — notificó Gerald.—De acuerdo, procura no demorar. — dijo Samantha.—Espero que no, aunque se ve que hay una lista larga de personas en la taquilla. De igual forma, trataré de que sea rápido.Samantha asintió y fue tras los niños para conocer juntos el parque.Ofrecían atracciones destinadas a atender específicamente a ciertos grupos de edad, así como algunos que estaban dirigidos a todas las edade
—No esperé hacer esto hoy, pero gracias a ti ya le he perdido el temor, y te agradezco por eso. — confesó Samantha al bajarse de la atracción.Fueron a encontrarse con los niños, respiraron aliviados al ver que aún estaban donde los dejaron. No fue sino hasta pasados diez minutos más que se acercaron los pequeños. Connie abrazó a sus padres.—¿Cómo estuvo? ¿se divirtieron mucho? — preguntó Gerald.—Si — contestaron al mismo tiempo.—Pero papá, tenemos hambre. — comentó Connie.—Vamos a ver qué podemos comer aquí ¿sí? Creo que alcancé a ver perros calientes, palomitas de maíz y algodones de azúcar, pero podríamos ir por algo más… sano, no sé qué piensas, Gerald. — sugirió Samantha.—No creo que por comer algo aquí Connie vuelva a enfermarse. — mencionó Gerald.—Bueno, está bien, comamos y regresemos a casa. Debemos llevar temprano a Louis, su padre fue muy claro con la hora.A Gerald le parecía tierna y cordial la actitud de Samantha, realmente se esmeraba por hacer las cosas bien y es
Gerald notó que Samantha se había disgustado, pero hizo caso omiso, ella sabía lo mucho que le molestaba el trato que le estaba dando su amigo a la mujer con la que él quería tener una familia. Esperó que saliera del baño para comunicarle que saldrían en horas de la mañana a visitar a su abuela, para aprovechar el fin de semana.—Saldremos mañana a primera hora a visitar a tu abuela.— ¿De verdad? Pensé que era broma, o solo lo decías para molestar a Andrew. —respondió Samantha con duda.—Para nada, es un hecho.—Quisiera llevarle un presente, pero aún no se me ocurre nada. — mencionó pensativa.Ambos se quedaron callados por un momento hasta que Samantha rompió el silencio.— ¡Ya sé! Le haré un perfume. Aunque no pueda disfrutarlo como se espera, quiero hacerlo por ella.Gerald la miró asombrado, admiraba su gentileza y su buen corazón.—Me parece un detalle muy hermoso de tu parte, sé que, aunque no te lo diga, le gustará mucho. —A Samantha le pareció un comentario sincero y genuin
Al cabo de unos 15 minutos llegó el chofer de Gerald, subieron a la abuela de Samantha y partieron hacia el parque. Al llegar, caminaron por todo el lugar, Connie estaba encantada y feliz de estar compartiendo con sus padres y su abuela en el parque. Había mucha vegetación y lagos, el día estaba brillante y soleado. Gerald ve en el rostro de Samantha la felicidad que le producía estar con su abuela, era la única familia que tenía. Se sentaro por un momento a descansar mientras Connie jugaba en el césped con las mariposas y un envase para hacer burbujas que le había comprado Gerald. De repente Samantha sacó un perfume de su bolso y lo abrió.— Te aplicaré esto abuela, es una nueva fragancia que elaboró, espero que te guste — Exclamó en voz alta.Ella le roció un poco de perfume en sus manos y enseguida alcanzó el olfato de Gerald, escuchó lo que dijo Samantha que era una creación nueva y realmente le fascinó el olor.— ¿Cuándo lo hiciste? Huele realmente bien — Exclamó Gerald.— Hace u
Al día siguiente Samantha se levantó temprano como de costumbre, hizo los oficios del hogar y preparó el desayuno para llevar a Connie a la escuela, le preparó su comida favorita, wafles con frutas y miel y le dejó un jugo de cajita para que lleve en la lonchera. Samantha se alistó y también para llevar a Connie, le deja el desayuno listo a Gerald para llevar a su trabajo. Samantha partió con Connie a su colegio al finalizar todas las actividades del hogar. Al llegar, Samantha dejó a la niña en la escuela y su maestra que las recibía se acercó hasta ella.— Hola Samantha, te comento que los niños tendrán una actividad de verano, toda la escuela participará, por lo que los padres estarán invitados al evento.— Muchas gracias maestra, allí estaremos.Samantha regresó a casa para ocuparse de los asuntos del perfume, dedicaba gran parte del tiempo en ello. Cuando Gerald llegó del trabajo, Samantha le comentó cómo estuvo su día y le hizo mención del evento que tendrá Connie en su escuela.
Gerald al mirar a Samantha con el vestido se sintió atraído, se veía realmente hermosa y fascinante, el atuendo exaltaba toda la silueta de sus curvas y en la espalda era abierto donde se podía admirar su contorno. Gerald no pudo evitar pensar sentirse atraído, besó su espalda lentamente hasta su cuello. Ella sintió los besos de Gerald e hizo un gesto como de cosquilla, pero placer al mismo tiempo, le gustó sentir los labios carnosos de él en su espalda y cuello. Pero, así como Gerald sintió atracción, también pensó en las demás miradas que ella obtendría, como el día de la piscina, Samantha era demasiado llamativa y todos no dejarían de observarla.«Seguro todos esos padres babosos estarán mirando a Samantha, de ninguna manera permitiré que use algo tan llamativo»— No quiero que uses eso, Samantha — Exclamó Gerald en tono autoritario.— ¿Qué? ¿Por qué no, acaso no te gusta? — Preguntó ella confusa.— Claro que me gusta, solo que habrá muchas personas y muchos hombres que de seguro n