Perdí la cuenta de las veces que hemos estado juntos, tan cerca y nos hemos convertidos en un solo ser, así como también perdí la noción del tiempo, solo sé que las brasas que se encuentran en la chimenea, se han vuelto tan poco que deben haber pasado mínimo unas 4 horas, todo este oscuro y silencioso, Max dibuja líneas en mi rostro y en mi pecho, creo que tampoco se lo creo, desde hace un rato estamos callados, descansando de las emociones y los revolcones, entendiendo todo lo que había pasado esta noche y entregándonos a la sensación. —Estoy enamorado de ti, Mónica, incluso antes de tenerte. — dijo bordeando mis costillas con sus dedos. —Yo también. —Dije mirándolo, me puse de lado y coloqué mi cabeza encima de mi brazo. —Fue muy difícil asimilarlo y aceptarlo, pero yo también estoy enamorada de ti, no sé en qué momento sucedió, pero así es. — dije sonriendo. Me volví a poner boca arriba, mirando el techo, pero él movió mi cara para que lo viera fijamente. —No tienes que avergonz
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