París, Francia.Drako.E decidido darme un respiro asi que la mejor manera de descansar la mente en entre los vientos de la tierra del amor. Durante todo este tiempo que he dedicado mi vida entera a viajar y a ser piloto he recorrido cada rincón del mundo, es por ello que ya no me sorprende nada nuevo entre la comunidad francesa, aunque debo confesar que me gusta mucho el ambiente que manejan entre los callejones de la perdición.Deje al profesor Roberts en la residencia que se encuentra a un lado de la mansión del doctor Leroy, un reconocido medico genetista. A mi parecer se ve que oculta algo más que simple gentileza, aunque cabe destacar que el doctorcito es un hijo de puta en toda la extensión de la palabra, pero, en fin, esa es otra historia que no me corresponde contar.Con intenciones de relajarme lo más que pueda antes de volver a las andadas, decidí disfrutar de un delicioso café en uno de los restaurantes con más prestigio en todo París. Tiene una vista espectacular a la tor
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