Ignacia.Soy una tonta, creí que, al aceptar dicha propuesta arbitraria y loca, lograría salir rápido de mi problema, pero ha pasado con exactitud una semana, y no tengo respuesta de ese arrogante, ni siquiera sé si continúa con la tonta idea de casarse conmigo.Pero claro, ¿qué boda se iba a realizar en una semana? Estaré tonta, parece que por estar sumergida en mi problema olvide la realidad, y supuse que ya para esta fecha estaría casada con ese señor que me ve como una garantía. Y en realidad no me molesta, estoy tan acostumbrada luchar con tantos tipos de personas como él que ya no me toma por sorpresa estupideces como esta, puesto que yo misma era una de las personas que creía que los demás eran simplemente objetos con los cuales podía jugar a mi antojo ¿Y quién soy yo para criticarlo? Era igual o tal vez peor, ahora sí creo que el karma existe, yo estoy recibiendo mi propio karma.«Qué querrá ese señor de mí» me volví a preguntar cómo lo he hecho miles de veces en estos días,
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