Todos los capítulos de Trato entre el millonario y la mamá ladrona: Capítulo 41 - Capítulo 50
154 chapters
Capítulo 41: La rutina de Ciro
Cuando se quedó sola en ese enorme cuarto, que apenas se había detenido a detallar al entrar puesto que estaba mucho más concentrada en el dueño de este, se permitió observar con curiosidad. Todo en él gritaba «Damián», desde la cama elegante cuyas sábanas eran de un tono gris oscuro, a los muebles de madera negra. Los libros perfectamente acomodados sobre uno de sus cajones, que estaban ordenados por altura, demostraban el perfeccionismo que a veces lograba disimular. El ruido del agua corriendo la volvió a traer en sí. Se vistió y se acomodó el cabello antes de salir. Al cerrar la puerta se preguntó si alguien había escuchado. Según Damián, todos se retiraron luego de limpiar al anochecer. Ya no debía haber nadie.Siguió su camino hasta el que antes había sido el cuarto de invitados y ahora les pertenecía a ella y a Ciro.Se dio una ducha y se cambió de ropa antes de acostarse junto a su pequeño. Se acomodó boca arriba y fijó la vista sobre el techo blanco encima suyo. Dios. ¿Qué
Leer más
Capítulo 42: ¿Dónde está Damián?
A diferencia de Damián, Logan conducía su auto. Tenían personalidades tan opuestas. Mientras que el primero era una de las personas más serias que había conocido, excepto cuando hablaba con ella o jugaba con Ciro, Logan era carismático en exceso. Sin embargo, no parecía los típicos rompecorazones. Es decir, sí tenía la apariencia de uno, lo que no tenía era la actitud. Era todo un pavo real, se podía ver en su forma de ser. Empero, era tan respetuoso como Damián. Eran una buena amistad. Se preguntó si alguna vez tendría alguna parecida.Ciabel estaba en el asiento de atrás junto con el pequeño pelirrojo. Se perdía en sus pensamientos hasta que su hijo tocaba su hombro, la llamaba y le señalaba alguna cosa curiosa que encontraba en el camino. Lo tenía de la mano. Se sentía tan afortunada de tenerlo en su vida. En muchas ocasiones, cuando estaba embarazada, estuvo a punto de perderlo. Su vida había corrido muchos riesgos y era un milagro que el tumor no se expandiera aún más. Tenía
Leer más
Capítulo 43: Un espectáculo oficial
Diablos. Era cierto que durante la próxima semana tenían planeado organizar una boda. No esperaba, sin embargo, que se lo propusiera de esa manera. Estaba gratamente sorprendida. Verlo desde la última vez en su cuarto la había puesto demasiado roja como para disimularlo. Se llevó ambas manos a la boca.Fue una inteligente jugada de parte de Damián, pues había conseguido que tuviera una reacción genuina en cuanto a verse sorprendida de su proposición. Lo observó a los ojos y asintió con una amplia sonrisa. Lejos de ser emotiva, era divertida, pero nadie iba a darse cuenta de ese detalle.—Sí, sí quiero casarme contigo —susurró.La sonrisa que le dedicó Damián fue una coqueta que jamás había visto desde que se conocieron. Con la mano libre sostuvo con suavidad la suya y la atrajo mientras tomaba con la otra el anillo y se lo colocaba con delicadeza en el dedo anular. Se puso de pie.Ella sencillamente se lanzó hacia su cuerpo y lo abrazó con fuerza escondiéndose en su cuello. Dio un g
Leer más
Capítulo 44: Máscaras
Se iban a casar.Habían pasado dos días desde el compromiso oficial que se había realizado en el jardín botánico. Dos malditos días y Ciabel seguía sin llegar a procesar lo que estaba por pasar.Mucho tiempo atrás, antes de que su vida se desmoronara, había imaginado que se casaría con un hombre que la amaba, que tendría un gran grupo de amigas, a las que recurriría para contarles las cosas emocionantes que pasaban en su día a día o la forma en la que se enamoraba de su esposo. Lejos estaba de esa realidad. De todas formas, para ser sincera, meses atrás ni siquiera había considerado que tendría un futuro.Ahí estaba. Se sentía aliviada de poder tener una mano firme que la ayude a ella y a su bebé. Empero, al mismo tiempo un pequeño vacío se instalaba en su pecho. Definitivamente había querido una vida muy diferente a la que tenía.Eso no estaba mal, pero se preguntó qué se sentiría ser genuinamente querida por alguien.En ese momento no tenía absolutamente a nadie a quien notificar
Leer más
Capítulo 45: Amigos y más
El castaño se bajó de la isla, se acercó a Ciabel y tomó asiento en la silla más cercana. —Antes que nada —habló él—, perdón si estuvimos algo alejados estos días.Negó con la cabeza.—No pasa nada, sé que estuvimos un poco ocupados y... —Bajó la vista para evitar la suya y resopló. No tenía idea de cómo empezar la conversación que había sugerido y ahora se sentía un tanto incómoda. —Bueno. —Sonrió ligeramente y dio un trago a su bebida—, creo que debo empezar por decir que me gustó lo que hicimos, demasiado. Me gustaría repetirlo, si estás cómoda con eso. Si no piensas lo mismo, no pasa nada. Podemos fingir que nada de eso ocurrió y volver a la normalidad.«Eso tendría más sentido que explicarme a mí mismo por qué me siento tan atraído por una persona que me hizo daño» se dijo a sí mismo.Ciabel deseó que le hubiera hecho esa proposición tomándola del mentón y mirándola de la misma manera en la que lo había hecho aquella noche. Respiró hondo y bajó la vista a sus manos intentando
Leer más
Capítulo 46: La interrupción
Ciabel se había estado aguantando buscar su boca con la suya desde que la sostuvo de esa manera. Apenas terminó de hablar se inclinó hacia él y con sus labios buscó los suyos. Estaban a punto de casarse y aún así, sus labios sabían a prohibición, a un límite que no debía cruzar, pero que hacerlo era demasiado adictivo como para dejarlo pasar. El tiempo se detuvo por un instante.Escuchó la respiración pesada del hombre delante de ella. La mano que estaba en su mandíbula fue hasta su nuca. Buscó llevarla más a él y lentamente le devolvió el beso. El vértigo de que estaba cayendo a un vacío desconocido invadió su cuerpo, de la misma manera en que partes de su cuerpo se encendieron por la manera firme en la que la estaba sosteniendo. ¿Alguna vez se había sentido así de deseada? Un cosquilleo le recorrió desde el pecho hasta más allá de su abdomen. Buscó más. La mano del hombre se enredó en su cabello. La suya viajó hasta su cuello para evitar que se apartara y gruñó en respuesta.
Leer más
Capítulo 47: Dos reinas se conocen
A la pelinegra se le escapó una risa.—Perdón, ¿qué? No pasaron ni 72 horas desde el compromiso.Damián tomó aire y se acomodó sobre su asiento. Observó a la rubia.—Es demasiado pronto para una noticia. Sí queremos dar un espectáculo, pero no un circo.«Queremos ser una mentira, no un entretenimiento» corrigió Ciabel mentalmente. Pero es que eso último ya lo eran, por desgracia. Sonrió con lentitud, como si sus aptitudes no se hubiesen puesto en duda. —Lo entiendo, pero esto es importante para mantener a los fans al tanto.El empresario sonrió con lentitud.—¿No cree que ya están demasiado al tanto ahora? —Ladeó la cabeza. —Lo están, no de buena manera. Sería diferente si se empiezan a mostrar públicamente y si Ciabel expresa todo el amor que le tiene, para que no crean que es una cazafortunas. —Llevó la taza a su boca y bebió.A la nombrada se le escapó una risa por el comentario y se tronó los dedos. Eso había dicho su suegra días atrás. Lo más curioso era que el término no est
Leer más
Capítulo 48: Especulaciones
Celene sostuvo un micrófono invisible, tiró su cabello hacia atrás y se aclaró la garganta viéndolos directamente.Ciabel no pudo evitar sonreír divertida.—Muchacha, profesionalismo —la regañó la rubia guiñándole un ojo.Apretó los labios para disimular la diversión en su rostro.—Antes de empezar, necesito más contacto. Ciabel, mantén las piernas cruzadas. Pon la mano en tu rodilla —indicó.Obedeció.—Ahora, Damián entrelaza su mano con la suya. Este suspiró con resignación, no le gustaba recibir órdenes y no lo hacía a menudo. Estaba más acostumbrado a darlas. Siguió sus instrucciones. No podía negar que le gustaba ese contacto. Se sintió extraño. Más cómodo. La muchacha delante de ellos entrecerró los ojos.—Siéntense más cerca.Para sorpresa de ambas, el primero en moverse fue el caballero. Se acomodó de modo que sus caderas se tocaban y vio a los ojos a su pareja con una ligera sonrisa. Volvió a ver a la supuesta entrevistadora con impaciencia. Según cuán pronto comenzaran a h
Leer más
Capítulo 49: Clarissa
Por estar pensando cómo explicar la razón del regalo, casi se tropezó con la mujer que estaba de paso.—Disculpe —dijo sin prestar atención. Siguió su camino hacia la puerta del auto.Empero, la muchacha lo miró y lo reconoció al instante. —Damián —saludó—. ¡Hola!Se detuvo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Volteó con lentitud. Respiró hondo. La miró desde los pies a la cabeza. Estaba pelirroja, se había pintado el cabello. Tenía unos zapatos de tacón de punta, de color negros y también un vestido corto y del mismo color. Seguía estando preciosa, siempre lo había sido. Por supuesto que sí. No había otra razón por la que su madre la había elegido para él.Le dio una sonrisa amable.—Hola Clar, ¿qué estás haciendo aquí? —Quiso no sonar tan descortés. Es que no entendía cómo es que estaba, primero, por ese barrio en el que no cuadraba mucho, y segundo, sola. La Clarissa que había conocido jamás salía sola. La vista de ella bajó hacia las rosas por un momento. Después, amplió su sonr
Leer más
Capítulo 50: Nuevas publicaciones
Al cruzar el umbral de la casa, respiró hondo. Parecía que pasar esos minutos con la pelirroja le había consumido la energía. Subió por el ascensor aflojando su corbata y se recostó en la pared de este. Fue de camino a su cuarto para tranquilizarse. Una ducha, primero una ducha y luego saludaría a Ciabel antes de que se fuera a dormir. Si no se equivocaba, seguía despierta todavía. Dejó el ramo de rosas sobre la cama, se dio una larga ducha y por último se colocó la ropa de pijama de siempre. Cuando salió del cuarto con el cabello mojado y despeinado, tuvo la sensación de que para la hora que era, la mansión estaba extrañamente silenciosa. Los empleados ya debían haberse ido, pero por lo general Ciabel rondaba por la sala viendo películas o pasando el rato con el mini pelirrojo que no quería dormirse. Esa noche no fue así. Se acercó con lentitud a la puerta. Estuvo a punto de tocar. Se arrepintió al darse cuenta de que podría despertar a Ciro y quitarle horas de sueño a la peline
Leer más
Escanea el código para leer en la APP