Eyra aún mantenía su mente en lo ocurrido en el despacho de Lodbrok, y él sabía que su alumna pensaba en eso. Le gusta jugar no solo con sus cuerpos, sino también con su mente.— Vamos a comer algo, muero de hambre – dijo Konstantin.— Está bien – dijo Eyra sin mirarlo.— Lodbrok y Wayne harán 10-10 – informó Konstantin por la radio – Gambino te quedas en H50 y Fredriksen te quedas en Z20 – escucho un 10-4 de parte de ambos, desconecto su radio. - ¿Qué te apetece comer Eyra?— Lo que sea está bien, no tengo mucha hambre, señor. — ¿Volvemos a lo de señor? – la miró. – Nena, ¿no seguirás sentida por lo que pasó está mañana?Eyra tenso la mandíbula pero no dijo nada.— Tomaré eso como un sí.— Tómelo como usted quiera. — Bueno, te llevaré a un lugar increíble – dijo, dando marcha a ese lugar que por cierto, era suyo – Y dime Eyra ¿Qué te trajo a la Central de mando de Sacramento?No podría seguir molesta todo el día, además era su jefe, por ende tenía la responsabilidad de responder.
Leer más